Sociedad
Hace 1.200 kilómetros para tener con su abuelo el baile que no pudo hacer en su boda
No pudo asistir al enlace a causa de una enfermedad
No hay distancia que frene el amor entre abuelos y nietos. Por ello, a Natalie Browning no le importó viajar casi 1.300 kilómetros para poder ver a su abuelo, el cual no pudo asistir a su boda a causa de una enfermedad.
Esta joyera estadounidense de 24 años se llevó la peor de las noticias cuando supo que su abuelo, Nelson, de 94 años, sufrió un derrame cerebral dos semanas antes de su enlace y, por ello, no podría acudir a su boda.
La joven, que vive y se casó en Virginia, no consiguió tener el día que ella deseaba porque su abuelo no estaría entre los invitados. Pero, además, tampoco pudo realizar su «primer baile» con él, como ella deseaba.
Sin embargo, aunque no fuera el primero, ella decidió poder cumplir su sueño de otra manera y, tras la boda, decidió coger un avión de Virginia a Florida, donde vive su abuelo, para verle.
Natalie viajó casi 1.300 kilómetros cargada con su traje de novia. «Conseguir que el vestido pasara por el aeropuerto fue una lucha, por no decir otra cosa, pero todo mereció la pena cuando vi su increíble reacción», declaró ella.
A su llegada, Nelson también estaba vestido con el traje que iba a llevar, por lo que, tal y como se ve en el vídeo, el momento fue perfecto, casi como se hubiera realizado durante el convite. «Llevaba meses deseando bailar conmigo en la noche de bodas y estoy muy contenta de haber podido ofrecerle esa experiencia», explicó Natalie. «No puedo verle muy a menudo, así que realmente fue un día especial».