Una epidemióloga avisa de que una variante de la covid que se saltara la inmunidad sería el problema mayor
También asegura que si este caso no pasa y seguimos el mismo camino, los contagios no desaparecerán pero estarán más controlados
La presidenta de la Sociedad Española de Epidemiología (SEE), Elena Vanessa Martínez, sostiene que en estos momentos el mayor problema que se podría dar, con una pandemia a la baja, es que «surgiera una variante que saltara la inmunidad, algo que con un virus totalmente nuevo no se puede dejar al azar».
En una entrevista con Efe, esta epidemióloga considera que «si no ocurre ningún cambio, no hay nuevas variantes más contagiosas, ni cambios de rumbo es posible que la transmisión por covid no desaparezca, pero será más contenida».
La presidenta de la SEE, que esta semana ha participado en la universidad de León en el congreso de la Sociedad Española de Epidemiología, que ha reunido a más de 600 científicos, admite que la aparición de nuevas variantes con elevada capacidad de transmisión es una «posibilidad real» aunque si hasta ahora no lo ha hecho «también se podría pensar que ese escenario no se va a dar nunca».
Martínez recuerda que desde el principio ha habido variantes pero no fue hasta que apareció la variante alfa cuando la gente comenzó a preocuparse. Hasta entonces el virus iba cambiando en su forma de actuar pero ni era más grave ni más transmisible.
El problema se da cuando la mutación que surge es muy potente por eso, insiste, «no nos podemos confiar y hay que seguir vigilando muy de cerca para reaccionar lo antes posible».
Y admite que aunque la pandemia parece contenida, entre los epidemiólogos hay muchas dudas porque este es un virus nuevo «que lleva poco más de un año con nosotros».
La presidenta de la SEE asegura que con las «altísimas» coberturas de vacunación actuales, incluso en la franja de edad de 12 a 19 años, la transmisión es más difícil porque al virus le resulta complicado encontrar a alguien susceptible de infectar.
«Lo que estamos viendo es que el coronavirus ha desplazado a otros virus, que han desaparecido y está viviendo solo, a sus anchas», asevera.
La vacunación de los más pequeños
Sobre la vacunación de los menores de 12 años, también de los bebés, Martínez asegura que la enfermedad por covid en los niños no es grave y los que han fallecido es porque tenían patologías de base muy importantes.
Explica esta epidemióloga que la vacunación de esta franja de edad está pendiente de los ensayos clínicos. En España se están realizando con vacunas de Pfizer y Moderna pero con dosis atenuadas.
Y cuando los ensayos terminen habrá que evaluar si el beneficio es superior al riesgo.
En el caso de los menores de un año, Martínez comenta que lo que se hace, de momento, es recomendar a la embarazada vacunarse contra la covid en el tercer trimestre, lo más cerca posible del nacimiento porque así le transmite los anticuerpos.
Martínez también se refiere al caso en que el virus se transmitiera muy poco, entonces -dice- «aunque no vacunáramos a los niños porque la enfermedad fuese absolutamente banal, poco a poco se irían infectando y acabarían siendo inmunes».
Y si la inmunidad es muy duradera, el virus desaparece por sí mismo, añade.
Pese a este escenario de optimismo, la presidenta de la SEE aclara que «no estamos a salvo hasta que todos estemos vacunados y eso es mucho tiempo» porque hay que mirar, no solo a España, también a los países del entorno.
Los epidemiólogos, el hermano pobre
Martínez asegura que «los epidemiólogos siempre han sido el hermano pobre» de la sanidad y la inversión ha ido a aquello que tiene más rentabilidad mediática. «Nosotros siempre hemos sido los últimos, estamos infravalorados», añade.
Por ello, la presidenta de la SEE no cree que los epidemiólogos estén cogiendo peso en su interlocución con el Gobierno pese a que la pandemia ha puesto a este colectivo en el foco por ser los únicos expertos entrenados para analizar e interpretar los datos de salud pública y aportar recomendaciones.
Insiste en que la necesidad de crear mecanismos institucionales y estructura sólidas como una red de vigilancia en salud pública.
Esta epidemióloga admite que en algún momento ha visto «buena intención» en el Gobierno pero se ha quedado ahí.
Martínez considera que no se trata solo de crear un centro estatal sino que cada comunidad tenga una estructura con personal y coordinación «para que en caso de que se necesite algo no pase lo que con esta pandemia».
Reconoce que ahora se empieza «a ver la luz», pero teme que «cuando las cosas se olvidan, se olvidan para todo y si eso pasa volveremos a perder el tren, hasta la próxima pandemia».