Denuncian a una cardióloga en Manresa que habría contagiado de covid a una paciente, que acabó muriendo
La Clínica Sant Josep lamenta la defunción y asegura que siguió el protocolo de contactos estrechos
Una vez la Clínica avisó a la paciente de que la doctora que lo había visitado tenía el coronavirus, la mujer fue a su CAP de referencia, a Artés, donde no le hicieron ningún PCR porque no presentaba síntomas. Finalmente, los familiares optaron por comprar un test de antígenos en la farmacia, que dio positivo. A partir de aquí, relata Bea, «movieron hilos» para que le hicieran la PCR al Cabo de la Sagrada Familia de Manresa, donde se corroboró que era positivo y se iniciaron los protocolos de rastreo de sus contactos más estrechos.
El hijo de la paciente denuncia que la Clínica no activó el protocolo de rastreo y que, por eso, no lo quisieron ir la PCR al CAP de Artés. En cambio, desde la Clínica subrayan que siguieron el protocolo de contactos estrechos con todos los pacientes que visitó la doctora aquel día. De todos ellos, la Clínica sólo tiene constancia de este contagio.
Al cabo de pocos días, la mujer ingresó en el Hospital de Manresa por una neumonía bilateral. Estuvo ocho días pero, finalmente, murió por culpa de un derrame cerebral cuando, teóricamente, ya había superado el coronavirus. Bea lamenta que, mientras la mujer estuvo ingresada, no tuvieron ningún contacto con los médicos que la llevaban y que prácticamente no saben qué tratamientos le aplicaron.
La familia, que ha hecho un llamamiento a las redes sociales, asegura que la doctora visitó al menos a una cuarentena de personas. En cambio, desde la Clínica dicen que sólo visitó cinco. El centro, que ha lamentado la muerte de la mujer, asegura que no se puede acreditar que, durante la visita, haya habido un incumplimiento del protocolo de medidas de higiene y seguridad por parte de la médico. Por el contrario, el hijo de la víctima asegura que su madre le dijo que se había sacado la mascarilla en reiteradas ocasiones.
Desde la Clínica también recuerdan que, en aquel momento, la incidencia del coronavirus en el territorio era muy elevada. La doctora que habría contagiado el coronavirus estaba vacunada, pero la paciente no lo estaba todavía. Precisamente aquel día fue a hacerse el electrograma para asegurarse de que las patologías previas que sufría no fueran incompatibles con la vaccinia.