Cúrcuma y mostaza para frenar la capacidad reproductiva del virus SARS-CoV-2
Un estudio identifica diecisiete productos vegetales como prometedores inhibidores
Extractos naturales de cúrcuma y mostaza han presentado la mayor reducción de la capacidad reproductora del virus SARS-CoV-2 que causa la enfermedad de la covid, según un estudio realizado por investigadores de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV).
El trabajo, que estudia el potencial de diferentes extractos naturales para reducir esta capacidad reproductiva y que se ha publicado en la revista Foods, identifica diecisiete productos vegetales como prometedores inhibidores de la actividad de la 3CLPro del SARS-CoV-2.
Los investigadores de la UPV han remarcado a EFE que estos resultados son una primera aproximación al potencial que pueden tener los compuestos activos presentes en diversos extractos vegetales para frenar o impedir la actividad de la proteasa.
Los investigadores pertenecen al Instituto de Conservación y Mejora de la Agrodiversidad Valenciana (COMAV) de la UPV y su estudio analiza el potencial que pueden tener diversos extractos vegetales y/o compuestos naturales como herramienta para inhibir la actividad proteasa del coronavirus SARS-CoV-2.
Según explica a EFE Carla Guijarro, investigadora del COMAV de la UPV, en el ciclo de vida del SARS-CoV-2, éste codifica a partir de su material genético una proteasa conocida como 3CLPro, que es clave para la formación de nuevas unidades víricas.
«Dada su importancia, esta proteasa ha sido elegida en diversos trabajos como diana para buscar potenciales inhibidores, naturales o sintéticos, que puedan reducir su actividad y por lo tanto la capacidad reproductiva del virus», añade.
En el estudio, el equipo del COMAV identificó un total de diecisiete productos vegetales, presentes en la cocina actual y tradicional, como «prometedores inhibidores de la actividad 3CLProdel SARS-CoV-2».
Se basaron para ello en trabajos previos publicados por otros grupos de investigación, así como en estudios de modelización informática en los que se comprobó la capacidad potencial de distintas moléculas para inhibir la proteasa.
«Con esta información, seleccionamos alimentos vegetales ricos en estas moléculas previamente identificadas por su acción inhibitoria y evaluamos los extractos obtenidos a partir de ellos», apunta Carla Guijarro.
Y el resultado fue que los extractos derivados de la cúrcuma, mostaza y una especie silvestre de crucíferas producían la mayor inhibición de la proteasa a la concentración evaluada. Y entre ellos, el extracto derivado de la cúrcuma fue el que ofreció los resultados más positivos.
«Hasta la fecha, otros trabajos habían predicho mediante modelos informáticos la afinidad que distintos compuestos contenidos en la cúrcuma (conocidos como curcuminoides) presentan por la 3CLPro, lo que se traduce en un potencial para usarlos como inhibidores de la misma», indica la investigadora.
En su caso, han evaluado un extracto que obtuvieron a partir de rizoma de cúrcuma «obteniendo el primer resultado in vitro positivo de esta actividad inhibitoria».
«Es más, obtuvimos igualmente respuesta positiva cuando ensayamos un producto comercial purificado de curcuminoides, por lo tanto, los resultados de este trabajo apoyan los resultados avanzados por modelos informáticos», explica Carla Guijarro.
Según destaca el equipo del COMAV de la UPV, este estudio abre la vía a futuras investigaciones para determinar qué compuesto o combinación de compuestos presentes en estos extractos obtenidos son responsables de la actividad inhibitoria de proteasa.
«En cualquier caso, estos resultados son una primera aproximación al potencial que pueden tener diversos extractos vegetales y/o compuestos naturales presentes en los mismos como herramienta para inhibir la actividad proteasa del coronavirus SARS-CoV-2», concluye Carla Guijarro.