Sucesos
Condenado por estafa el responsable de una tienda de compraventa de oro de Girona que entregaba lingotes falsos como aval
Las acusaciones sostienen que se embolsó 124.250 euros ofreciendo ganancias a cinco clientes en inversiones que no existían
No ha habido acuerdo, sin embargo, para las indemnizaciones y se ha celebrado el juicio para determinar quién tiene que hacer frente a los pagos para devolver el dinero estafado a las víctimas.
El fiscal y las acusaciones particulares sostienen que detrás de la tienda del estafador había una empresa que tiene que responder como responsable civil subsidiaria. El condenado lo ahoga|niega y asegura que el propietario de la empresa sólo le hizo «un favor» porque eran amigos y le permitió alquilar el local a través de esta mercantil ya que él no lo podía hacer: «Había tenido problemas con mis empresas a raíz de la crisis del 2008».
Fiscalía, acusaciones y defensas han pactado la pena de 1 año y medio de prisión y 2.400 euros de multa por|para un delito continuado de estafa. Inicialmente, la acusación pública solicitaba 4 años de prisión y multa de 3.960 euros. El tribunal de la sección tercera lo ha condenado de viva voz.
Así, el acusado Rafael Valdiviejas ha reconocido que era el responsable de un negocio de compraventa de oro situado en la calle Josep Tharrats de Gerona. Con la intención «de enriquecerse», contactó con las víctimas y las convenció para participar en una inversión de que supondría «beneficios importantes». En concreto, según informaron los Mossos d'Esquadra en el momento de la detención, les proponía invertir un capital en un depósito financiero a cambio de una ganancia del 5% mensual.
«Aprovechando la confianza en que inspiraba a las víctimas el hecho de tener un establecimiento abierto al público», consiguió que hasta seis personas aportaran capital para la inversión fraudulenta. Según recoge el escrito de acusación de la fiscalía, le entregaron sumas importantes de dinero entre los años 2010 y 2015 «con la creencia errónea que se los devolvería con intereses».
Ante notario y aval con lingotes
Para hacer más creíble «el artificio|artimaña», el procesado llegó a ir con algunos de los supuestos clientes que han acabado siendo víctimas a reconocer los préstamos ante|delante de notario. Además, a tres de ellos les entregó lingotes de oro como supuesta garantía. Tampoco eran de verdad. En realidad eran placas de otros metales sin valor recubiertos con una capa fina de oro: «Todo eso, era con la finalidad de hacerlos creer que se lo devolvería el dinero».
Lo'ahora condenado llegó a devolver cantidades de dinero a las víctimas pero las acusaciones sostienen que, a cinco de ellas, todavía los debe 124.250.
Una vez reconocidos los hechos, la única incógnita que queda para desvelar y que el tribunal resolverá en sentencia es quien tiene que hacer frente al pago de estas indemnizaciones. Las acusaciones reclaman que sean el acusado y una mercantil titular del local comercial.
La defensa de esta empresa, encabezada por el letrado Josep Prat, sostiene que no tiene ningún tipo de relación con el negocio. Una versión que el mismo acusado ha corroborado durante su declaración asegurando que no era trabajador de la mercantil, que no había ningún tipo de relación laboral ni contractual y que el amo|dueño de la empresa le hizo un «favor» permitiéndole alquilar el local utilizando la firma porque él no podía por|para su situación económica.
Aparte de la causa abierta por la estafa continuada, la investigación de los Mossos d'Esquadra también abarcaba otros presuntos delitos como receptación, defraudación en la seguridad social o, incluso, un robo con violencia. Prat ha aportado diferentes sentencias o autos que indican que estos casos han acabado en absolución o bien archivados.
El juicio ha quedado visto para sentencia.