Sucesos
La madre del niño asesinado por su padre en un hotel pide cambios legislativos para sacarle ya el apellido del progenitor
Las abogadas avisan de un «vacío legal» que no permite tramitar la modificación a través de un procedimiento de urgencia
En este sentido, ha insistido en que se trata de un tema «prioritario» para la madre, que ha tenido que enterrar al niño esta misma semana con el apellido paterno. Por otra parte, Ariste ha confirmado que se ha cerrado la causa penal contra el progenitor, que se suicidó poco después de cometer el crimen.
Carla Vall, también abogada de la madre, ha explicado que han sido unas semanas «complicadas»en el ámbito emocional, donde sobre todo se han centrado en el acompañamiento de la víctima, que ha enterrado lo Leo, el niño asesinado a manos de su progenitor. Cerrada, pues, la parte penal ahora los esfuerzos se centran en la civil, donde las representantes trabajan en puntos muy concretos.
Uno de estos son los derechos sucesorios y viduales adquiridos por madre, puesto que estaba casada con el padre del niño. «A pesar del trágico desenlace, es la heredera del asesino de su hijo y le toca tramitar una parte económica y patrimonial», ha especificado Ariste.
De hecho, también ha aprovechado para reclamar ayudas porque la madre pueda complementar sus ingresos y afrontar las obligaciones de su marido, ya sea a través de fondos municipales, autonómicos o estatales. «Por ejemplo gastos funerarios, la hipoteca... se encuentra en una situación no querida», ha insistido.
Finalmente, el tema más «emocional»y «prioritario»por la familia materna es la petición de sacar el apellido del padre al hijo muerto. «De momento lo estamos intentando hacer por el registro civil, que prevé estos casos por vía urgente, pero que alestar Leo difunto nos hacen ir por los servicios ordinarios», ha relatado.
A partir de aquí, todo queda en manos de las administraciones, a quienes llega esta solicitud, que tendrán que resolver, y que puede ser un trámite «largo y pesado». Por eso, la defensa de la víctima, insiste que – más allá de su caso – hay que «analizar»la situación, porque hay contabilizados 42 casos de menores asesinados por violencia vicaria desde el 2013.