Salud
Investigadores españoles identifican mutaciones vinculadas al desarrollo de tumores en la sangre
El 51% de las mutaciones en el gen VAV1 pueden originar esta patología, pero sus características varían
Un grupo de investigadores españoles del Centro de Investigación del Cáncer (CIC), adscrito al Consejo Superior de Investigaciones científicas (CSIC), ha completado un catálogo de las mutaciones de un gen presentes en el linfoma periférico de células T, un tipo de tumor que afecta a los glóbulos blancos de la sangre, agresivo, de alta mortalidad y para el que no hay tratamientos efectivos.
El trabajo, publicado en la revista EMBO Journal. ha identificado los distintos tipos de mutaciones que causan la activación descontrolada del gen VAV1, responsables de este tipo de cáncer tan virulento.
Los linfomas periféricos de células T se desarrollan a partir de los linfocitos T, unas células del sistema inmune cuya función es reconocer y destruir aquellas células que se han convertido en peligrosas, bien por que se han convertido en células cancerosas o por que han sido infectadas por un virus como el SARS-CoV-2.
Sin embargo, cuando los linfocitos T sufren alteraciones genéticas, proliferan sin control y estas funciones positivas se vuelven dañinas.
En este trabajo, los investigadores han demostrado que el 51% de mutaciones que afectan al gen VAV1 promueven su activación descontrolada y que esas alteraciones no son todas iguales.
«Existen cinco tipos diferentes y, según la mutación que se presente, se desarrollan distintas características clínicas tanto desde el punto de vista de su malignidad como de las opciones terapéuticas», explica Javier Robles Valero, autor del estudio junto con Xosé R. Bustelo, ambos investigadores del CIC.
El subtipo funcional más frecuente de las mutaciones de VAV1 en los tumores humanos actúa como un driver (conductor) plenamente autónomo, es decir, capaz de inducir el cáncer cuando se expresa en las células T sanas sin necesidad de alteraciones genéticas en otros genes.
«Esta observación subraya más el hecho de que la presencia de estas mutaciones no es trivial, sino que son las principales responsables del origen del tumor», apunta Bustelo.
Hasta ahora se desconocía la relevancia de las mutaciones del gen VAV1 en el plano funcional y clínico pero gracias a este trabajo «ahora sabemos cuáles son importantes, qué hacen y cómo influyen en la adquisición de las propiedades malignas de las células tumorales», añade el investigador.
Además, el estudio también ha desarrollado un modelo animal que permite generar linfomas en ratones tras la expresión de mutantes de VAV1 en linfocitos T sanos.
Sea como sea, la principal promesa de este conocimiento es que podría abrir la puerta a desarrollar fármacos específicos personalizados contra esta patología.
El nuevo modelo animal ha permitido desarrollar por primera vez linfomas de células T muy similares a los de los pacientes, lo que permitirá identificar con más facilidad los puntos débiles de los linfomas, diseñar los fármacos y probar su efectividad antes de iniciar los estudios clínicos en humanos.
El trabajo, en el que han colaborado también investigadores de la Universidad de Salamanca, el CSIC y del CIBERONC, ha sido financiado por la Fundación «La Caixa», la Asociación Española contra el Cáncer (AECC), el Ministerio de Ciencia e Innovación, el Instituto de Salud Carlos III y la Junta de Castilla y León.