Consigue estafar 335.000 euros vendiendo motosierras y móviles falsos

La Policía Nacional, en una operación conjunta con la Agencia Tributaria, ha detenido en Madrid a un hombre que ganó en dos años más de 335.500 euros comercializando productos falsos y no autorizados para su venta como teléfonos móviles, máquinas desbrozadoras o motosierras.

En total, la operación ha permitido intervenir 30 teléfonos móviles de dos conocidas marcas, 1.467 cajas que contenían máquinas desbrozadoras y 3.152 motosierras, según informa este miércoles la Policía Nacional.

Entre los efectos no lícitos para la venta, han sido hallados 10.000 altavoces, 60 máquinas soldadoras, 75 unidades de generadores, 588 unidades de aire acondicionado, 3.084 dosificadores de gel hidroalcohólico, además de 3.500 euros en efectivo.

Las investigaciones en torno a la operación 'Ardilla' se iniciaron en octubre del año pasado cuando los agentes identificaron a este hombre, de nacionalidad española, quien realizaba envíos de paquetes cuyos datos no coincidían con los aportados en las sedes de empresas de logística.

El análisis de la información y los dispositivos policiales puestos en marcha permitieron localizar un envío realizado por este individuo que contenía 30 teléfonos móviles falsos de dos marcas muy conocidas.

Las posteriores pesquisas detectaron numerosas importaciones a Europa de contenedores procedentes de China, según ha informado la Policía Nacional.

Este hombre era el encargado de realizar las importaciones, distribuciones y envíos de productos falsos o no habilitados para la venta.

Para pagar los artículos utilizaba la técnica conocida como el "pitufeo", que consiste en el ingreso de grandes sumas de dinero a través de pequeñas cantidades en cajeros automáticos.

Una vez que llevaba a cabo la venta de las falsificaciones a sus clientes, que eran pequeños distribuidores ubicados en toda España y en Marruecos, los productos eran pagados mediante pequeños ingresos o envíos postales

Transformaba y encubría los beneficios a través de operaciones en efectivo mediante la declaración de compras de productos legales.

Con el avance de la investigación, los agentes inspeccionaron una nave industrial situada en la localidad madrileña de Arganda del Rey, y que era utilizada como almacén, donde intervinieron cientos de miles de productos falsos e ilícitos.

Unos días más tarde se llevó a cabo una entrada y registro en el domicilio del investigado, donde aprehendieron dinero en efectivo y diversa documentación de interés para la investigación.

Finalmente, los policías inspeccionaron dos contenedores, cuya mercancía pertenecía al detenido y que habían estado paralizados en el puerto de Valencia más de 15 días, donde había 10.000 productos ilícitos procedentes de China.