Cuatro detenidos por un apuñalamiento en la zona de la discoteca Arena de Blanes

La madrugada de este domingo, los Mossos d'Esquadra han detenido a cuatro personas por apuñalar a una persona a la salida de esta discoteca. No es la primera vez que pasar, el sábado de la semana pasada una joven acabó ingresada por un navajazo que recibió en las costillas, también en los alrededores de este establecimiento.

Eso ha hecho que los Mossos d'Esquadra y la Policía Local de Blanes organicen desde hace cuatro semanas un operativo policial entre la estación de tren y la discoteca para evitar conflictos. De esta manera, cuando los jóvenes llegan a la estación, los agentes los registran para comprobar que no llevan armas blancas ni drogas. La Policía Local también les requisa el alcohol que llevan en bolsas de plástico.

Además, los agentes también comprueban si los jóvenes que bajan a la estación tienen antecedentes policiales. Esta comprobación ha permitido que esta noche se hayan detenido tres menores que se habían escapado de un centro y habían ido a Blanes para salir a la discoteca.

Todo se ha saldado con veinte personas denunciadas por llevar droga y cuatro más que llevaban armas blancas. La Policía Local también ha levantado 36 actas administrativas por consumo de alcohol a la vía pública.

La situación es «insostenible»

El alcalde de Blanes, Àngel Canosa, cree que la situación que vive el municipio «es insostenible» porque cada sábado el pueblo «se llena de gente que no sueño de Blanes» y que entienden el ocio nocturno como «borracheras, drogas y agresiones». En este sentido, Canosa ha asegurado que ya hace cuatro semanas que se hace este dispositivo policial conjuntamente entre Mossos y Policía Local, pero que llevan muchos más años trabajando para erradicar el problema.

A pesar de todo, no tienen las herramientas suficientes para evitar que estos jóvenes se desplacen hasta el municipio cada sábado por la noche para entrar en la discoteca. Las inspecciones periódicas que se hacen en el establecimiento demuestran que el propietario cumple con la normativa vigente y, por lo tanto, no se lo puede sancionar ni cerrar el local. El problema, sin embargo, sueño los conflictos que se generan en torno a este local.

El alcalde afirma que el problema ya se arrastra «desde hace una década» pero no se ha encontrado ninguna solución para reducir los conflictos que hay. A pesar de todo, Canosa defensa que el municipio tenga ocio nocturno, aunque apuesta por un modelo diferente. «El ocio nocturno y la educación tienen que ir ligados de la mano», ha añadido el alcalde.

De hecho, Àngel Canosa ha apuntado que este problema es «de la sociedad» ya que muestra «un modelo de juventud» que no representa al país. Se trata de un grupo de personas que ve el ocio nocturno como una oportunidad para «reventar retrovisores de los coches, defecar en la vía pública, agredir a la gente o drogarse». De momento, el alcalde ha garantizado que se mantendrá la presión policial hasta que el nivel de conflictividad baje.