Salud
La exposición crónica al aire contaminado con partículas en suspensión incrementa el riesgo de enfermar o morir por covid-19
Un estudio liderado por la URV y el IISPV establece la correlación y reclama que se tenga en cuenta ante la enfermedad
Concluyeron que las personas que vivían en zonas con una concentración de estas partículas en suspensión por encima del límite de la OMS sufrían la enfermedad de forma más grave y letal. Además, se detectó que cuando un individuo se infecta con el SARS-CoV-2 la evolución de la enfermedad viene determinada por la exposición crónica a PM10 en vez de otras patologías, por ejemplo diabetes, hipertensión o hipercolesterolemia, que se habían convertido en factores de riesgo ampliamente reconocidos para pronosticar la gravedad de la infección mediante un estudio retrospectivo aplicando modelos matemáticos.
Finalmente, se calculó que el aumento de 1 microgramo por metro cúbico en la exposición crónica a partículas en suspensión causa un aumento del 3% de pacientes que tienen covid-19 como una enfermedad grave que puede provocar más muertes.
Los resultados de este estudio, según sus autores, cambian la práctica asistencial de las personas infectadas por covid-19, enfermedad que ha destacado por un abanico muy amplio de sintomatología y un pronóstico imprevisible en cierta manera. Hasta ahora, el personal sanitario, apuntan, se ha basado únicamente en la historia clínica para prever cómo evolucionará la persona infectada.
Ahora, aducen, este estudio pone sobre la mesa la importancia de la salud ambiental y «proporciona pruebas científicas de la necesidad que el colectivo médico, cuando atiende pacientes con covid-19, preste atención a la exposición crónica a contaminantes ambientales tóxicos, como las partículas en suspensión en este caso, si se quiere pronosticar la enfermedad de manera adecuada», según explica Montse Marquès, a la primera autora de la investigación.
El trabajo abre la puerta a investigar el papel de la contaminación en otros virus respiratorios, como el de la gripe, a la vez que hace un llamamiento a la necesidad de revisar y actualizar los umbrales de PM10 establecidos por la OMS y los legisladores mundiales para proteger la salud de la población. En este sentido, el grupo investigador que ha participado en este estudio considera necesario reducir las concentraciones ambientales de estas partículas, sobre todo en aquellos lugares que superan los límites, para reducir la gravedad y mortalidad por covid-19 y posiblemente otras infecciones respiratorias.