Judicial
La sentencia de Valtònyc: «Los derechos fundamentales de la persona interesada serían vulnerados si fuera entregado»
El tribunal de Gante también apunta que «las amenazas verbales sin condición no son punibles para la legislación belga»
El tribunal evalúa por separado cada uno de los delitos. En el caso del delito de enaltecimiento del terrorismo, recuerda que no existe a la legislación belga. De hecho, a raíz de las dos euroórdenes dictadas contra el músico mallorquín el año 2018, la justicia belga preguntó al Tribunal de Justicia de la UE si podía aceptar la extradición rápida por este delito, tal como pedían las autoridades españolas. Luxemburgo dijo que no. Por eso, en este punto la sentencia se limita a recordar que esta conducta «no es punible» en Bélgica.
En relación al delito de injurias en la corona, la sentencia señala que en el país sí que existía la ley de insultos al rey, que fechaba de 1847 e imponía penas de hasta 3 años de prisión. El mismo tribunal, sin embargo, tuvo dudas sobre su aplicación y preguntó al Tribunal Constitucional sobre su legalidad. El TC belga dictaminó que era inconstitucional porque no respeta la libertad de expresión y contraviene el Convenio Europeo de Derechos Humanos.
«La difamación y los insultos en la corona no están castigados por ninguna otra disposición que esta ley en el derecho interno belga», subraya la resolución a la hora de descartar la extradición por este delito. Y añade: «Los derechos fundamentales de la persona interesada (incluido su derecho a la libertad de expresión) serían vulnerados si fuera entregado sobre la base de la disposición legal mencionada».
Con un delito inexistente en el país y una ley declarada inconstitucional, la principal duda era qué respuesta tendría el tribunal en relación al delito de amenazas. La sentencia recoge frases de la canción 'Circo Balear' del rapero mallorquín donde decía que el presidente del Círculo Balear «merecía una bomba de destrucción nuclear» y añadía «queremos la muerte para estos cerdos». La Audiencia Nacional primero y el Tribunal Supremo después concluyeron que eran «amenazas de muerte reiteradas» y que el hecho de que Valtònyc no dispusiera de una bomba de destrucción masiva no restaba la seriedad a estas palabras.
El tribunal de Gante, por el contrario, sostiene que son amenazas «verbales» que no imponen ninguna «condición» y, por lo tanto, tampoco punibles para la legislación belga.
«En consecuencia, este tribunal, rechaza la ejecución de los mandatos», concluye la sentencia que confirma la sentencia de primera instancia de la justicia belga y declara «infundado» el recurso.