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Sociedad

Un escape room ayuda a descubrir el refugio antiaéreo en Valls de la Guerra Civil

La propuesta impulsada desde el consistorio agota las plazas por las fiestas de Navidad

Un grupo de participantes del escape room del refugio antiaéreo de Valls de la Guerra Civil, haciendo una de las pruebas

Un escape room ayuda a descubrir el refugio antiaéreo en Valls de la Guerra CivilACN

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Acercar el patrimonio histórico a la población a través de formatos innovadores. Este es el objetivo de el escape room que se organiza en el refugio antiaéreo de Valls. Los participantes tienen que resolver enigmas para desactivar una bomba de la Guerra Civil y tienen una hora para hacerlo. Aunque lo estrenaron antes del inicio de la pandemia ha estado últimamente cuando ha tomado vuelo y esta Navidad han agotado todas las plazas disponibles. Desde el Ayuntamiento de Valls se muestran satisfechos por el éxito y porque han conseguido que gente de la ciudad y de los alrededores descubra un espacio que, aunque se encuentra al lado de la plaza del Blat, era bastante desconocido. La propuesta es especialmente bien recibida por el público joven.

El acceso al refugio se hace desde una antigua bodega de Ca Segarra, una casa anexa que no tenía una entrada directa cuando se construyó. Allí se hizo una aperturaque comunica con el entramado de túneles, que se encuentran en muy buen estado de conservación. Espor allí por donde los participantes se tienen que mover para ir resolviendo los enigmas que los harán obtener diferentes letras que, una vez ordenadas correctamente, les permitirá conseguir la palabra clave para desactivar la bomba. «El escape room se activa a partir de diferentes pruebas relacionadas con el espacio, la parte expositiva o recursos como el código morse,» detalla Txema Nosas, técnico de la oficina de turismo de Valls.

Nosas aprovecha la actividad para explicar a los jugadores la historia de un refugio que se empezó a construir en 1938, cuando acabó la batalla del Ebro y la derrota republicana era prácticamente un hecho. El espacio se utilizó pocas veces y según detalla el técnico la ciudad no sufrió bombardeos importantes.

Esta realidad a menudo es desconocida por los habitantes de Valls, sobre todo paralos jóvenes, que a raíz de la puesta en marcha de el escape room son el público mayoritario. «Nos está funcionando muy bien», reconoce Nosas. Y entre los participantes, satisfacción: «Es interesante y divertido. Al final he acabado nervioso por encontrar la palabra clave», afirma Albert Vilarrubí, que con su equipo ha conseguido desactivar la bomba. Este habitante de Valls asegura que «había oído hablar del refugio pero no había bajado nunca». «Pensaba que serían más cuevas o pasadizos sin luz», explica, y adelanta que a pesar de ser el primer escape room que hacía, repetirá.

De momento las plazas están agotadas hasta finales de enero, momento en el cual el refugio se cerrará unos meses para hacer una intervención que permitirá abrir más galerías.

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