La industria catalana de los nanosatélites prevé un crecimiento «exponencial»

Empresarios del ecosistema catalán del NewSpace, la nueva industria de los nanosatélites, prevén un crecimiento «exponencial» en la facturación, si bien sus actuales cifras son todavía modestas, y urgen por ello a las administraciones a invertir en este «sector clave» antes de que se escape el tren.

El NewSpace es la industria surgida en paralelo al CubeSat, un estándar de nanosatélites que pesan menos de diez kilos y que han abaratado el coste de la exploración espacial: el internet de las cosas (IoT), las telecomunicaciones o la agricultura son algunas de las ramas en las que esta nueva tecnología puede resultar útil.

Los empresarios del sector consultados por Efe encaran el futuro con un pronóstico común: la nueva economía espacial va a crecer exponencialmente y, con ella, los ingresos de las compañías y el número de trabajadores.

Rafel Jordà fundó Open Cosmos en 2015 en Oxford (Reino Unido) y en 2017 logró completar una ronda de inversión de 5,5 millones de libras esterlinas -más de 6,5 millones de euros, al cambio actual- con la que puso en marcha una empresa que trabaja en todas las fases de vida de un nanosatélite.

Open Cosmos ha lanzado en seis años cinco nanosatélites (dos de ellos en 2021) y tiene 8 más en fase de desarrollo para ser puestos en órbita en un periodo de 18 meses.

Jordà, que emplea a unas 60 personas, entre 10 y 15 de ellas establecidas en Barcelona, asegura que si emprendiera hoy lo haría directamente desde Cataluña, donde cada vez hay instalados más fondos de inversión, es fácil atraer talento internacional y existe un ecosistema emprendedor creciente.

Adrià Argemí, por su parte, es el consejero delegado de Pangea Aerospace, fundada en 2018 y que en la actualidad emplea a una veintena de trabajadores.

Su compañía ha levantado 3 millones de euros de financiación privada, además de otros 3,3 millones que proceden de administraciones públicas, y cerrará 2021 con unos 100.000 euros de beneficio, si bien estima poder superar los 250 millones de facturación en solo una década.

Argemí, cuya empresa exhibió en noviembre cómo activó un motor de tipo 'aerospike' producido con tecnología 3D, con un coste de fabricación mucho más barato y un ahorro del 15 % en combustible, lamenta que se «politice» al sector, al tiempo que reconoce que «siempre ha sido así», como demuestra la carrera espacial emprendida en su día por Estados Unidos y la Unión Soviética.

Él también destaca el «ecosistema» generado en Barcelona y celebra la iniciativa NewSpace de la Generalitat, en especial el Catalonia SpacePort que se instalará en Alguaire (Lleida), que debe facilitar los procesos de pruebas de las empresa catalanas.

Otra empresa catalana que despunta en el sector es Sateliot, liderada por Jaume Sanpera y que se adjudicó la primera licitación impulsada por la Generalitat para poner en órbita un primer nanosatélite, el Enxaneta, una operación en la que también participó Open Cosmos.

Esta firma ha levantado 2,5 millones de financiación privada y cuenta con 20 trabajadores en plantilla, a los que prevé sumar otros 40 el año próximo: aunque en 2021 ha facturado 500.000 euros, su objetivo es lograr ebitda positivo en 2024 e ingresar 236 millones de euros en 2025.

A juicio de Sanpera, la apuesta de la Generalitat es «espectacular»: «El NewSpace generará muchos puestos de trabajo y riqueza a corto plazo. Es el momento de invertir», defiende.

El Govern lanzó en 2020 la estrategia NewSpace, que, entre otras actuaciones, prevé poner en órbita hasta seis nanosatélites (el primero, el Enxaneta, fue lanzado en marzo) y habilitar en el aeropuerto Lleida-Alguaire un puerto espacial dedicado a misiones de vuelo suborbital, un centro de pruebas de propulsión para cohetes y un parque empresarial y centro educativo.

El director general de Innovación y Economía Digital de la Generalitat, Dani Marco, considera en conversación con Efe que conviene potenciar la industria de los nanosatélites porque genera trabajos de calidad, alimenta a otros sectores -tiene «capacidad de arrastre» como, por ejemplo, la automoción- y las universidades catalanas generan profesionales capacitados para este sector.

El director general del Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI), Javier Ponce, también señala a Efe que «hay una gran oportunidad en el espacio para España», en especial debido a «la apertura de un nuevo mercado», en referencia a la industria de los nanosatélites.

Por ello, defiende que el Estado invierta directamente en empresas del sector (lo hace vía el programa Innvierte), dado que estas compañías necesitan de «mucha financiación» inicial, buena parte de ella de riesgo, y deberán competir con multinacionales que pueden hacerse con el control del sector, como ya apunta el viaje de Jeff Bezos al espacio.

Ponce subraya que la innovación «es una competencia compartida entre la Administración General del Estado y las comunidades autónomas», así que llama a la «colaboración» y considera que las políticas de la Generalitat son «complementarias» con las del CDTI.