Salud
Un fármaco contra el alzhéimer entra en fase II y espera ralentizar el deterioro cognitivo
Se trata de un tratamiento a base de células de médula ósea de donantes
El alzhéimer y más en general los trastornos neurodegenerativos constituyen hoy en día un importante reto para la medicina. Por ello, no es de extrañar que se dediquen amplios esfuerzos a la investigación en este campo, con el fin de hallar tratamientos que puedan mejorar la calidad de vida y las expectativas de los pacientes.
En esta línea se enmarca el desarrollo del Lomecel-B, un posible tratamiento para las formas menos graves de Alzheimer que en la actualidad está comenzando un ensayo clínico de fase IIA.
Como recoge el medio Alzheimer's news today, el Lomecel-B, creado por la compañía Longeveron, es un fármaco a base de 'células de señalización médica', derivadas de la médula ósea de donantes adultos sanos. El principio que hay detrás es el uso de las mismas células encargadas de las reparaciones normales de tejidos, el mantenimiento de los órganos y la función del sistema inmunológico para tratar algunos de los efectos característicos del alzhéimer.
Para ello, el tratamiento se administra mediante inyección intravenosa y, una vez en las zonas afectadas, secreta moléculas bioactivas como factores de crecimiento y moléculas señalizadoras antiinflamatorias.
Así, el tratamiento ya ha pasado por un ensayo clínico de fase I, que arrojó que el Lomecel-B es seguro y que tiene la capacidad de ralentizar el deterioro cognitivo y la pérdida de habilidades necesarias para la vida diaria en pacientes con alzhéimer leve. Además, los niveles de formación de nuevos vasos sanguíneos y los marcadores anti-inflamatorios se incrementaron significativamente en los pacientes tratados con Lomecel-B.
Ahora, el estudio de fase II utilizará un grupo de control al que se le administrará placebo y tomará mediciones de la anatomía cerebral mediante técnicas como la resonancia magnética para abordar los sistemas inflamatorio y vascular que se cree que están implicados en la progresión del alzhéimer.
Además, esta investigación estudiará, más allá de los resultados obtenidos en la fase I, la seguridad y tolerabilidad de la terapia así como su efecto en los biomarcadores y en el funcionamiento cognitivo. Se comparará, también, la efectividad de una sola y la de varias inyecciones. La compañía espera poder realizar este ensayo en 48 pacientes, distribuidos en grupos de 12.