Finanzas
CaixaBank cierra 2021 con un beneficio de 5.226 MEUR después de incorporar Bankia
El volumen de negocio se sitúa en casi un billón de euros y los recursos a clientes crecen un 49,2%, hasta los 619.971 MEUR
CaixaBank ha cerrado el 2021 con un beneficio neto de 5.226 millones de euros, una cifra que multiplica casi por cuatro las ganancias registradas el ejercicio anterior (1.381 millones de euros) y que supera ampliamente los volúmenes de antes del estallido de la pandemia (1.705 millones de euros). El incremento se debe a los impactos extraordinarios a la fusión con Bankia, según ha indicado este viernes la entidad en un comunicadola CNMV. Sin tener en cuenta la fusión, el beneficio neto de CaixaBank para el 2021 se ha situado en los 2.359 millones, una cifra también superior al año anterior y al 2019. Por otra parte, el volumen de negocio del grupo se sitúa casi en el billón de euros y los recursos a clientes crecen un 49,2%, hasta los 619.971 millones de euros.
El volumen de negocio del grupo al cierre del 2021 se han situado en los 972.922 millones de euros, mientras que los recursos de clientes han crecido hasta los 619.971 millones de euros (+49,2% interanual). Sin contar la aportación de Bankia, los recursos de clientes han registrado un crecimiento orgánico interanual del 10,5%.
En cuanto a los activos bajo gestión, este se sitúan en los 158.020 millones de euros, lo que supone un incremento del 48,2% incluyendo Bankia y del 16,5% de forma orgánica. Por otra parte, el crédito bruto a la clientela llegaa los 352.951 millones de euros, lo que se traduce en un crecimiento del 44,7% en el conjunto del año. No obstante, si no se tiene en cuenta la integración de Bankia, esta partida disminuye un 4,9%.
Menos volumen de ingresos
A pesar del crecimiento en beneficio neto –incluso sin tener en cuenta los impactos extraordinarios asociados a la operación con Bankia-, los ingresos 'core' el grupo han disminuido un 1% en el 2021, hasta los 11.339 millones de euros. La entidad lo atribuye a la caída del margen de intereses y a los resultados asociados a participadas de bancaseguros, un descenso que se ve compensado de forma parcial por el crecimiento de las comisiones y de los ingresos y los gastos por contratos de seguros.
El margen de intereses se reduce un 5,8% en términos interanuales y se sitúa en los 6.422 millones de euros, un comportamiento que el grupo justifica por el entorno de tipos negativos. A pesar de todo, los ingresos por comisiones suben un 6,7% con respecto al año anterior, hasta los 3.987 millones de euros.
Con respecto a los ingresos por dividendos, estos aumentan con respecto al 2020 y se sitúan en los 192 millones de euros, impulsados principalmente por un dividendo mayor de BFA. Al mismo tiempo, en los resultados del ejercicio se incluye el dividendo de Telefónica de los dos últimos años, de 90 millones en el 2021 y de 100 millones en el 2020.
En cuanto a los gastos de administración y amortización recurrentes, estas se han incrementado un 1% en el conjunto del año, aunque el ERE firmado a finales de año ha contribuido a reducir los gastos de personal en un 3,2% durante el último trimestre.
La morosidad, establo a pesar de la covid-19
A pesar de la crisis de la covid-19 y la incorporación de Bankia, CaixaBank ha mantenido los niveles de morosidades y saldos dudosos del ejercicio anterior. Los saldos dudosos a finales de 2021 se han incrementado un 58,5% teniendo en cuenta todo el grupo, pero caen 4,6% de forma orgánica.
De esta manera, la ratio de morosidad a cierre del 2021 se sitúa en el 3,6%, en línea con los ejercicios anterior. Por otra parte, la ratio de cobertura acaba el ejercicio en el 63%, y el fondo para insolvencias covid-19 se sitúa en los 1.395 millones de euros.
Distribución de dividendos
Según ha indicado la entidad, «la sólida posición posterior a la fusión» ha permitido a CaixaBank reanudar su política de dividendos. En este sentido, el consejo de administración ha acordado proponer a la próxima junta general de accionistas la distribución de un dividendo en efectivo de 0,1463 euros brutos por acción. Eso supone un desembolso de 1.179 millones de euros, equivalente al 50% sobre el resultado consolidado ajustado por los impactos extraordinarios de la fusión con Bankia. Además, el consejo ha aprobado una política de dividendos para el 2022 que consistirá en una distribución en efectivo de entre el 50% y el 60% del beneficio neto consolidado.
Para el consejero delegado de la entidad, Gonzalo Gortázar, 2021 ha sido un año en que «se ha sabido culminar con éxito la integración de CaixaBank y Bankia» y que, al mismo tiempo, «se ha completado un ejercicio muy positivo, especialmente en la gestión del ahorro a largo plazo». De cara al 2022, afirma que el entorno seguirá siendo «complejo», pero destaca que la entidad dispone «de una magnífica base de partida».