La factura de la luz de enero es un 56% más cara que la de hace un año

La factura de la luz de este mes de enero ha bajado un 4,5 % respecto a diciembre del año pasado (cuando la electricidad alcanzó el precio más alto de la historia), aunque se sitúa un 56 % por encima que la que un consumidor tipo con tarifa regulada pagó en enero de 2021.

El recibo de la luz no descendía con respecto al mes precedente desde noviembre del año pasado, en que bajó un 2,25 % respecto a septiembre y marcó 83,83 euros frente a los 85,72 del mes de octubre de 2021.

Según los datos obtenidos del simulador de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), el recibo de la luz para un consumidor tipo -con una potencia contratada de 4,4 kilovatios y un consumo anual de 3.000 kilovatios hora (250 Kwh al mes distribuidos en 70 KWh en horario punta, 60 KWh en llano y 120 KWh en valle)-, acogido a la tarifa regulada o Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor (PVPC)- se ha situado en enero en 96,61 euros.

En diciembre, en que el precio en el mercado mayorista marcó de media los 239,17 euros/megavatio hora (MWh), y en el que en nueve días se superaron los 300 euros/MWh y se marcó el máximo histórico hasta la fecha de 383,67 euros/MWh el día 23, la factura para este consumidor tipo se incrementó un 20,7 % respecto a la de noviembre y se situó en 101,18 euros.

En este mes de enero, la factura para ese consumidor tipo asciende a 96,61 euros, un 4,5 % menos que en diciembre de 2021, pero es un 56 % superior a los 61,94 euros que pagó en enero de 2021, en que en una parte del mes los precios en el mercado mayorista se dispararon por la tormenta Filomena.

El incremento se produce a pesar de las reducciones que ha practicado el Gobierno para atajar el impacto de la subida del precio en el mercado mayorista, en que las productoras de energía casan sus ofertas para el día siguiente, que se han disparado desde mediados del año pasado por la subida de los precios del gas en los mercados internacionales y de los derechos de emisión de CO2.

Además del descenso del IVA, que ha pasado desde el 21 % al 10 %; del impuesto especial de la electricidad, que ha pasado del 5,11 % al 0,5 % y de la suspensión del impuesto del 7 % a la producción eléctrica, desde junio de 2021 se aplica el nuevo sistema de tarifas, que contempla tres tramos horarios diferentes -punta, el más caro; llano, el intermedio, y valle, el más barato-.

El IVA y el impuesto a la electricidad seguirán con los nuevos tipos que se han reducido hasta el 30 de abril, mientras que el impuesto a la producción eléctrica continuará suspendido hasta el 31 de marzo.

La factura de la electricidad de este mes de enero de 2022 ha sido para este consumidor tipo 4,57 euros más baja que la de diciembre de 2021, pero 34,67 euros más cara que la de enero de 2021, en que se produjo la tormenta Filomena que disparó los precios a primeros de ese mes.

Según dijo el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el pasado 29 de diciembre, tres de cada diez contratos de electricidad de tarifa regulada o PVPC pagarían «algo más» por la luz en 2021 que en 2018, mientras que siete de cada diez verían compensada el alza de la electricidad en el mercado mayorista con las medidas del Gobierno.

Aseguró que el Ejecutivo estaba cumpliendo su compromiso de que la factura de fuera en promedio la misma que en 2018, descontada la inflación.

El Gobierno utiliza para medir su compromiso los datos de Eurostat -la oficina europea de estadística- y dice que la factura de 2021 ha sido de 613 euros, menor a los 639 euros de 2018 más inflación.

Las estadísticas europeas oficiales de los precios de la electricidad para el consumidor doméstico de la UE de la segunda mitad de 2021 -cuando se produjo la escalada de los precios de la luz- no estarán disponibles hasta abril de 2022

Casi 11 millones de consumidores en España, entre ellos los beneficiarios del bono social eléctrico (el descuento en la factura de la luz para los consumidores considerados vulnerables) tienen la tarifa regulada o Precio Voluntario al Consumidor (PVPC), frente a 17 millones que hay en el mercado libre.

Para los 1,13 millones de consumidores que tienen el bono social, el Gobierno ha ampliado los descuentos hasta que finalice abril de 2022, de forma que los vulnerables tienen un descuento del 60 % en lugar del habitual del 25 % y los vulnerables severos del 70 % en lugar del 40 %.