La terapia contra los ictus que puede ayudar a proteger el cerebro ante el alzhéimer
Se espera que el fármaco entre este año en ensayos de fase 3
Un potencial medicamento para los ictus podría proteger el cerebro contra la enfermedad de Alzheimer y otras formas de demencia, tal y como ha anunciado la compañía que lo desarrolla, ZZ Biotech, en un comunicado recogido por el medio Alzheimer's news today.
Se trata del 3K3A-APC, un fármaco originalmente desarrollado con el objetivo de tratar las lesiones cerebrales producidas por los ictus y con el que este año se planea llevar a cabo ensayos clínicos de fase 3. El compuesto es una versión modificada de una proteína humana (APC) que protege a las células cerebrales y reduce la inflamación.
Por estos efectos, los científicos que trabajan en este medicamento pensaron que podría proteger frente a algunos efectos del alzhéimer, como la formación de placas de beta-amiloide. Así, pusieron en marcha estudios en ratones para comprobar si esta predicción se cumplía.
Hasta ahora, lo que han observado es que el 3K3A-APC mejora significativamente la memoria y reduce la formación de placas de beta-amiloide en ratones con alzhéimer. De la misma manera, sus cerebros mostraban niveles menores de inflamación y un mejor flujo sanguíneo.
Múltiples aplicaciones
Incluso, los científicos han explorado una tercera aplicación para el compuesto, como tratamiento para la demencia vascular. Tal y como explican en el artículo publicado en el Journal of Experimental Medicine, el medicamento parecía proteger la materia blanca y los oligodendrocitos de las lesiones isquémicas, que es el tipo de lesiones que provoca la demencia vascular.
El principio por el que esto sucede es el mismo: de hecho, es lógico que un medicamento que tiene efectos protectores contra el ictus (que no es otra cosa que un accidente cerebral isquémico) proteja contra los fenómenos de la misma naturaleza que desencadena la demencia vascular.
Por estas prometedoras expectativas, el 3K3A-APC ha recibido el estatus de desarrollo rápido por la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos) norteamericana y gracias a ello se espera que pueda entrar en ensayos clínicos de fase 3 este mismo año.