La trombosis venosa es la segunda causa de muerte de los pacientes con cáncer
Según un estudio, sufrir esta enfermedad puede significar un tumor no identificado
La trombosis venosa asociada al cáncer es la segunda causa de muerte prevenible en los pacientes oncológicos, siendo más frecuente que la unión de cáncer-ictus o cáncer-infarto.
Así se ha puesto de manifiesto en un simposio sobre la trombosis venosa asociada al cáncer organizado por la Fundación Española del Corazón (FEC) y la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC).
Según diversos estudios publicados por el European Heart Journal, los pacientes cardiovasculares son mas proclives al cáncer, además de que los enfermos tumorales tienen en torno a un 30 % más de posibilidades de fallecer por causa cardiovascular.
El cáncer puede favorecer la insuficiencia cardíaca y los tratamientos oncológicos tienen efectos en el sistema cardiovascular.
«La sociedad no suele relacionar el cáncer con el aumento de enfermedades cardiovasculares, y me temo que a muchos médicos les ocurre lo mismo», afirma José Luis Palma, vicepresidente de la FEC.
En general, la enfermedad aparece con más facilidad en las fases avanzadas, pero en ocasiones la trombosis puede ser el primer y único síntoma de un tumor que todavía no ha aparecido.
Los síntomas que alertan de que puede existir trombosis son el dolor, enrojecimiento, inflamación o sensación de calor en miembros inferiores, superiores o el tórax.
Además, puede aparecer dificultad respiratoria si afecta al pulmón. En estos casos, uno de cada diez pacientes con cáncer que fallece por una embolia pulmonar tiene menos de 50 años, resaltan los expertos.
«No todos los tumores tienen el mismo riesgo de producir trombosis», señala Mariluz Amador, directora médica de AECC. El cáncer de páncreas, cerebro, estómago y pulmón son los que la presentan con mayor frecuencia. En cambio, es menos frecuente en los tumores de mama.
Una vez curado el cáncer, el paciente deberá seguir acudiendo a revisiones médicas porque será más vulnerable a tener problemas cardiovasculares, llegando a adelantarse hasta 20 años la edad de riesgo de problemas cardíacos.
La colaboración multidisciplinar entre profesionales sanitarios es esencial y «es imprescindible individualizar al paciente para que el tratamiento sea personal y óptimo en cada caso», señala Amador.
Los expertos recomiendan hacer ejercicio diario, llevar una dieta equilibrada, dejar de fumar, no tomar alcohol, moverse y no estar parado durante largos periodos para prevenir la aparición de trombosis.
«El cáncer y las enfermedades cardiovasculares comparten los mismos factores de riesgo como el sedentarismo, la hipertensión, la diabetes, la obesidad o el consumo de tabaco», ha recordado Teresa de León Méndez, enfermera de la AECC.