Investigación
Un videojuego servirá para resolver los enigmas de las células del cáncer
Los científicos buscan crear el mapa de referencia del genoma de líneas celulares, que se utilizan para desarrollar terapias
Imaginen que circulan por Barcelona con un mapa no actualizado de los cortes por obras o retenciones. Eso es lo que les pasa a los investigadores: trabajan con un mapa de referencia del genoma, que es correcto, pero que no presenta alteraciones como las causadas por el cáncer. Obtener un mapa para la línea celular del cáncer de mama T-47D, una de las más utilizadas en la investigación de esta enfermedad, es el objetivo que persigue un equipo del Centro de Regulación Genómica (CRG) y el Centro Nacional de Análisis Genómico (CNAG-CRG). Para conseguirlo, han lanzado un proyecto de ciencia ciudadana: un videojuego para resolver puzzles, que representan secuencias genéticas. La idea de fondo es que los algoritmos no superan, todavía, la lógica colectiva.
Así pues, el objetivo es crear el mapa de referencia del genoma en la línea celular, un recurso esencial enlos laboratorios para probar nuevas terapias o herramientas de diagnóstico. Ante este reto científico, el equipo que dirige Marti-Renom propone un abordaje singular: un proyecto de ciencia ciudadana que consiste en un videojuego. Primero empezarán con la línea celular del cáncer de mama pero quieren ampliarlo en cuatro más.
El profesor ICREA destaca que, si el experimento sale bien y consiguen actualizar el mapa del genoma, todos los grupos de investigación del mundo que trabajan con esta línea celular se beneficiarán de los resultados del proyecto. «Tendrán un mapa más preciso de lo que están haciendo en sus placas de pétreo», recalca.
'Inteligencia de rebaño'
El videojuego reta a los jugadores a resolver puzzles con cadenas de bloques de diferentes colores y formas. Cada cadena representa una secuencia genética en la línea celular de cáncer y la forma en que se organizan los bloques es una solución potencial para la ubicación de los genes.
¿Pero cómo pueden ayudar a los jugadores a los científicos? ¿Qué les pueden aportar y no puede hacer un supercomputador? Los algoritmos tienden a dar respuestas muy similares. En cambio, las diferentes maneras de resolver los puzzles de los jugadores generarán una gran variabilidad de resultados, una 'inteligencia de rebaño' que puede proporcionar soluciones mejores que la inteligencia artificial. Es decir, los jugadores pueden aportar soluciones más creativas que serían «imposibles de encontrar con algoritmos deterministas», destaca Elisabetta Broglio, facilitadora de ciencia ciudadana en el CRG, en declaraciones recogidas por el centro.
El reto: 1.500.000 puzzles
Genigma se lanzó la semana pasada y, de momento, ya han jugado unas 7.800 personas con unos 38.700 puzzles resueltos –datos facilitados el martes. Los impulsores del reto calculan que necesitan unos 30.000 jugadores que resuelvan una media de 50 partidascada uno para generar suficientes datos para revelar el mapa de referencia de los 20.000 genes en esta línea celular.
Cada semana, el equipo de Genigma introducirá al juego nuevos fragmentos del genoma de la línea celular T-47D para que los jugadores las organicen. Los primeros fragmentos son del cromosoma 17, que contiene una gran cantidad de genes relacionados con el cáncer de mama. Aquí hay BRCA1, las mutaciones del cual se asocian con cerca del 40% de casos de cáncer de mama hereditario.
Investigadores, pacientes y gamers en un mismo proceso
En el proceso de creación, se han implicado más de 500 personas durante más de dos años en varios talleres, con investigadores, profesionales de los videojuegos, artistas, médicos, especialistas en bioética, pacientes y jugadores, entre otros. La idea es que los jugadores, además de colaborar en el avance de la investigación, aprendan al mismo tiempo sobre ciencia, indica Oriol Ripoll, creativo de Juegos en el Segundo y coordinador del equipo de diseño de Genigma.
Marti-Renom dice que convertir la posible resolución de un problema científico en un proyecto de ciencia ciudadana ha sido un proceso complejo y en que han aprendido mucho. »Vam hacer una cocreación con grupos de pacientes con cáncer y surgieron preguntas interesantes. Había personas con cáncer que no se sentían cómodas jugando a un videojuego. Hay muchos aspectos psicológicos que teníamos que tener en cuenta para crear este juego. Aquí aprendimos mucho», señala el investigador. De los gamers, destaca, han aprendido como crear un videojuego atractivo para que los usuarios también se lo pasen bien y quieran jugar, con una historia con clanes involucrados.