Describen por primera vez una nueva especie de dinosaurio en el Pirineo

El descubrimiento de las primeras piezas fosilizadas del dinosaurio las hizo en 1954 el paleontólogo alemán Walter Kühne, que las trasladó a Madrid, de dónde procedían los fondos económicos para hacer la investigación. «Él sabía que el dinosaurio estaba entero, pero en aquel momento no había ni financiación ni interés en seguir excavando», relata en declaraciones a ACN Bernat Vila, paleontólogo del ICP y director de las últimas excavaciones.

En 1986 un equipo del ICP reanudó los trabajos, extrayendo nuevas piezas que evidenciaban que Kühne no iba mal encaminado, hasta que en 2012 la excavación cogió empuje a partir de los hallazgos anteriores. «Encontramos todos los restos, entre ellos el cuello articulado, y entonces ya teníamos medios para extraerlo, cuando hacía 60 años eso no era posible», detalla Vila.

El resultado es la composición final del dinosaurio a partir de un esqueleto semiarticulado, un «hecho excepcional», asegura Vila, dado que en otros casos o los carroñeros hubieran separado las partes para comérselo o el paso próximo de un curso de agua las podría haber arrastrado. «Imagináis la cantidad desuelo que hace falta para enterrar un dinosaurio de 17 metros de largo», exclama, destacando que la rápida sepultura del cuerpo permitió su conservación.

Largo viaje y grandes dimensiones

El nombre del dinosaurio, Abditosaurus khunei, significa reptil olvidado (del latín abditos , debido a que los trabajos para rescatar el resto de su cuerpo se dejó en el olvido durante décadas), y es un homenaje al apellido del paleontólogo alemán y descubridor, Walter Kühne. En el artículo los investigadores detallan que este dinosaurio pertenece a un grupo de titanosauros saltasaurins procedentes de la América del Sur y el África, y diferenciado de los otros dinosaurios europeos, que eran más menores.

Su llegada a Europa se produjo a travésde lo que entonces era la isla iberoarmoricana gracias a una bajada del nivel del mar, hecho que reactivó algunas rutas migratorias entre los dos continentes. Hay hallazgos llevadas a cabo al mismo yacimiento que dan apoyo a esta hipótesis, como el hecho de haber encontrado conchas de huevos de especies de dinosaurios que habitaban en Gondwana, que entonces era el continente más meridional.

Con sus 17 metros de longitud, este herbívoro marcaba una importante diferencia con sus primos de la zona donde se ha encontrado, que eran más pequeños, con longitudes que eran de unos 6 metros, aproximadamente. La familia de los titanosauros, de hecho, dominaron los ecosistemas terrestres durante el Cretácico, y de ellos se han encontrado restos fósiles sobre todo enla zona de los Pirineos catalanes.

Se prevé que este ejemplar se pueda exponer a lo largo de este mismo año 2022 en el museo de la Conca Dellà, en Isona (Pallars Jussà). Para los más inquietos, el Museo del Instituto Català de Paleontologia Miquel Crusafont, en Sabadell (Vallès Occidental), expone una réplica de cómo era el tradicional titanosauroque poblaba las tierras de lo que en un futuro sería Cataluña.