Un estudio identifica las claves de desarrollo del tumor cerebral más agresivo
Los investigadores han descubierto esta enfermedad está formada por células malignas capaces de renovarse
Un estudio coordinado por el Instituto Biodonostia ha realizado un importante avance científico al «identificar» una «capacidad desconocida» en las células madre malignas del glioblastoma, el tumor cerebral más frecuente y agresivo, para servirse de un mecanismo de reciclado, limpieza y regeneración celular, y eludir así los tratamientos de quimioterapia.
La revista Cancer Research, del grupo de la American Association for Cancer Research, ha publicado este estudio, liderado por el investigador de Biodonostia Ander Matheu, en colaboración con el del centro vizcaíno de Investigación Cooperativa en Biociencias CIC bioGUNE y el Albert Einstein College of Medicine de Nueva York.
El instituto de investigación sanitaria de San Sebastián y la Basque Foundation for Science (Ikerbasque) han informado sobre este descubrimiento en una nota, en la que precisan que esas células malignas del tumor cerebral se «aprovechan» del citado mecanismo, denominado autofagia mediada por chaperonas, «para mantenerse funcionales indefinidamente y evitar el ataque de los tratamientos quimioterápicos».
Explica que la mayoría de tumores presenta «una población de células que tienen características similares a las células madre (posibilidad de renovarse de manera indefinida y capacidad de diferenciarse al resto de células)», lo que conlleva «que sean las que inician y mantienen el tumor, además de ser las responsables de su recurrencia y de la resistencia a las terapias antitumorales».
«Se denominan células madre malignas y son dianas terapéuticas ideales ya que su eliminación podría provocar el fin del tumor y sus recurrencias», indica.
Añade que el glioblastoma se caracteriza por presentar células madre malignas y que lo que ha identificado el estudio es que éstas «tienen activada de manera continua» un tipo de autofagia, la denominada autofagia mediada por chaperonas.
La autofagia, en general, y la mediada por chaperonas, en particular, someten de forma natural a las células a un proceso de reciclado, limpieza y regeneración que las preserva de la acumulación de toxinas y elimina moléculas dañadas.
El estudio concluye que las células madre malignas «se aprovechan», con lo que consiguen sobrevivir y promover la progresión del tumor.
«Los resultados identifican a la autofagia mediada por chaperonas como una nueva diana terapéutica prometedora para tratar el glioblastoma, el cáncer cerebral más agresivo que por ahora no tiene cura», subraya.
Este trabajo se ha llevado a cabo con la financiación y apoyo de instituciones públicas como el CIBER de Fragilidad y Envejecimiento Saludable (CIBERFES), el Instituto de Salud Carlos III, el Departamento de Salud del Gobierno Vasco y de organizaciones sin ánimo de lucro como la Asociación Contra el Cáncer (AECC) o la Asociación AlegreMente.