Sociedad
Una ONG señala que en Cataluña se fabrica 4 veces más carne de la que se consume
La entidad reclama reducir un 40% los cerdos antes del 2035 para cumplir el Acuerdo de París
La ONG Justicia Alimentaría ha reclamado este jueves que el número de cerdos en Cataluña se reduzca en un 40% antes del 2035 para cumplir el Acuerdo de París que se firmó en el 2016 para luchar contra el cambio climático. La entidad ha publicado un estudio donde señala que el sistema porcino catalán está en manos de grandes corporaciones, que está enfocado en la exportación y que se fabrica cuatro veces más carne de la que se consume.
El estudio, que lleva como título 'Eso no toca. Las emisiones ocultas del sector porcino catalán', explica que uno de los peores elementos de la contaminación porcina son las emisiones de amoníaco. Según Justicia Alimentaria, el Estado excedió en un 33% los límites legales de emisión de amoníaco permitidos por la Unión Europea. Y esta tendencia sigue creciendo: el año 2011 se emitieron 418 miles de kilotones de gas y en el 2019 fueron 471 kilotones.
El trabajo reivindica que el volumen del sector porcino ha crecido demasiado debido a la ganadería intensiva y lo ilustra con un ejemplo: Cataluña sacrificó en el 2020 más animales que países como Francia, Italia o Bélgica.
Y pone el foco en las intereses que hay detrás de la industria: «no hablamos de un pequeño sector basado en unas cuantas granjas familiares, sino de actores corporativos globales que condicionan consumos y políticas públicas que básicamente están orientadas en la exportación».
El texto pone como ejemplo en Alemania, alegando que el país germánico ya ha reducido su número de cerdos hasta las cifras que tenía hace 25 años.
El informe también alerta del peligro de la deforestación que implica a la industria porcina a través de la importación de soja para hacer el pienso que dan a los animales. Porque el 22% de la soja utilizada en la fabricación de pienso en Cataluña es exportada de países donde se recurre a la eliminación de zonas forestales para la elaboración de este nutriente.
Una de las soluciones que propone el estudio es hacer un cambio de dieta. Defiende que si se siguieran las recomendaciones de consumo máximo de carne del Departamentde Salut y si se consiguiera reducir un 50% el transporte de alimentos, las emisiones correspondientes a la dieta se reducirían un 25%.
«Tenemos que empezar a ver la carne industrial como lo que es: una fuente incuestionable de problemas para la sociedad. Hace falta que las políticas públicas dejen de subvencionar a este modelo y el mismo presupuesto se destine a cambiarlo», ha reclamado Javier Guzmán, director de Justicia Alimentaria.