Diseñan un nuevo sistema de detección del cáncer de mama que acaba con las falsas alarmas
Consiste en una serie de pruebas para puntuar el riesgo de sufrir la enfermedad de forma personalizada
Una de las mejores herramientas que tiene la ciencia médica en la lucha contra el cáncer es la detección temprana y precisa. Por eso, se dedican muchos esfuerzos para mejorar la diagnosis.
Ahora, se ha conocido que oncólogos británicos han diseñado un nuevo sistema de detección de cáncer de mama, que sustituiría al actual, que está en vigor desde hace 30 años.
El objetivo es acabar con las falsas alarmas mejorar las ratios de detección actuales. Entre otras medidas, se contempla invitar a las mujeres a hacerse su primera mamografía a la edad de 40 años, diez antes de lo que se hace ahora, al menos en el sistema público de salud en Reino Unido.
Además, en lugar de un solo escaneo, se les ofrecería una serie de pruebas para determinar una puntuación de riesgo de cáncer de mama personalizada, y los resultados se usarían para decidir cuándo deberían someterse a un examen de detección.
En los ensayos actualmente en curso, a las mujeres identificadas como de bajo riesgo (se estima que una de cada cinco) se les dice que no es necesario que regresen hasta dentro de cuatro años. En cambio, se invita a las mujeres con mayor riesgo a realizarse exploraciones más frecuentes.
La detección del cáncer de mama se ofrece actualmente a todas las mujeres en el Reino Unido con edades comprendidas entre los 50 y los 70, cada tres años. El nuevo programa tiene como objetivo detectar el cáncer en las etapas más tempranas, antes de que se puedan notar los bultos y cuando es más probable una cura.
Los problemas de los métodos actuales
Sin embargo, algunos expertos han criticado durante mucho tiempo los métodos utilizados. Las mamografías arrojan falsos positivos en aproximadamente tres de cada 100 mujeres, lo que genera preocupaciones innecesarias.
Otro problema es la densidad mamaria, el término utilizado para describir la proporción de tejido graso, glandular y fibroso dentro de la mama, y que también representa un problema.
Las mujeres jóvenes tienden a tener senos densos, con mayor cantidad de tejido glandular y fibroso, y menor cantidad de grasa. El tejido mamario denso aparece blanco en las radiografías, al igual que los tumores, lo que hace que la mamografía sea más difícil de interpretar.
La investigación sugiere que las exploraciones pueden pasar por alto hasta el 40% de los tumores en los senos densos, dando un resultado falso negativo.
Los médicos también dicen que las pruebas de detección de senos conducen al descubrimiento de pequeños tumores en etapa temprana que tal vez nunca crezcan o causen problemas. La dificultad que enfrentan los equipos médicos es que es imposible saber cuál de ellos progresará y cuál no, por lo que todos reciben tratamiento.
Esto significa cirugía y posiblemente radioterapia, quimioterapia y otros tratamientos farmacológicos. En algunos casos, estas intervenciones pueden haberse administrado innecesariamente.