Casi la mitad de la marihuana decomisada en Cataluña el año pasado estuvo en Tarragona

Los Mossos d'Esquadra han presentado este jueves el balance de la lucha contra el tráfico de marihuana durante el 2021. Lo han hecho en una rueda de prensa celebrada en la comisaría de las Corts y han participado al conseller de Interior, Joan Ignasi Elena, la portavoz de los Mossos d'Esquadra, la inspectora Montserrat Escudé, y el jefe de la División de Investigación Criminal del cuerpo, el intendente Joan Carles Granja.

«El balance refleja que Cataluña sigue siendo el epicentro del tráfico de marihuana en Europa», ha explicado el conseller Elena, que ha expresado la preocupación que supone para el Govern. Con respecto a la distribución geográfica, sorprende una alta cantidad de droga decomisada en la demarcación de Tarragona (el 44% del total de Cataluña). Eso es diez al hecho de que en la zona proliferan los cultivos 'outdoor, que son más fáciles de detectar y que son más grans. A Barcelona se ha intervenido el 31% de la marihuana retenida en el 2021; en Girona, el 19%, y en Lleida, el 6%.

Casi todos los índice de persecución policial contra el tráfico de marihuana suben con respecto al año anterior. El total de detenidos subió a los 1.998, 250 más que el año previo; las plantaciones desmanteladas prácticamente se doblan, pasan de 393 a 662, y los grupos criminales desarticulados son 35, siete más que en el 2020.

El único indicador que baja es el de la cantidad de marihuana decomisada: en el 2020, 10,1 toneladas de droga acabaron en los almacenes policiales, mientras que en el 2021 sólo acabaron 8,9 toneladas.

Los Mossos atribuyen una parte de este crecimiento de detenciones y desmantelamientos a la buena tarea policial y a la colaboración ciudadana. «La gente nos hace de megáfono para saber dónde están las plantaciones», ha señalado al intendente Granja.

Crece la colaboración de personas ajenas al tráfico

Uno de los temas que más preocupa a los responsables de la lucha anti-droga es la llegada de una nueva ola de gente al sector del tráfico de estupefacientes por culpa de la situación de precariedad laboral provocada por la pandemia. «Es el segundo año consecutivo que más del 50% de las personas detenidas en el marco de la compra venta de marihuana no tenían antecedentes penales», ha explicado el jefe de la División de Investigación Criminal de los Mossos.

Del millar de personas que han entrado al mundo de la delincuencia a través de la marihuana, uno de cada cuatro son nacionales y el resto extranjeros, muchos de los cuales llegan a España sin experiencia laboral ni estudios superiores.

Otra arista del mismo problema es el crecimiento de personas, que, sin prestar un servicio activo, colaboran con el tráfico. Son personas de la economía formal, como inmobiliarias o transportistas, que ven una buena oportunidad de ganar dinero. «Hay gente que alquila un piso o una nave sabiendo que se cultivará marihuana pero lo acepta porque nadie más les quiere pagar el alquiler», detalla el mando policial.

El crimen se ha «profesionalizado»

Por otra parte, la policía ha detectado una aumento en la profesionalización del tráfico. Hablan de la aparición de una nueva figura, la del 'broker', que es una persona que se dedica a poner en contacto redes de cultivo, con transportistas y vendedores.

También han encontrado técnicas de ocultación de la droga tan sofisticadas como congelar la mercancía para que no huela o cultivarla bajo tierra.

Y cada vez más, los grupos que se dedican no operan sólo en el mercado de los estupefacientes, sino que también lo hacen en el sector inmobiliario, financiero o el de las armas. Por eso, Granja apunta que lo que hace falta es atacar la estructura patrimonial de las redes e investigar bien para poder imputarles delitos de blanqueo de capitales y destruir su capacidad económica. «Es más efectivo eso. Si les desmantelamos una plantación, ponen otra», ha constatado.

Como derivada del tráfico, los Mossos alertan de la violencia que lo acompaña. Se han registrado 127 hechos violentos relacionados con la marihuana, que han dejado tres muertos. No obstante, los Mossos creen que hay mucha más violencia de la que se registra. «El problema es que no se denuncia porque eso implica delatarse. Pero estamos convencidos de que en Cataluña hay más violencia potencial que violencia registrada,» sostiene a Joan Carles Granja.

Entre los hechos violentos, destacan los 'narcoassalts', los robos por una parte en otra, que suponen el 84% de esta categoría. «Las personas que entran en el mundo de la marihuana saben y aceptan que entran en un mundo hostil», ha comentado el policía, que también ha detallado que en el 2021 se realizaron 9 'narcoassalts' por error en naves o inmuebles donde no había droga.

Para paliar el crecimiento ininterrumpido del tráfico de marihuana en Cataluña -desde el 2015 se han detenido 196 grupos criminales vinculados con esta droga- el Departamento de Interior ha anunciado cuatro medidas: incorporar a 28 personas más en el Área de Blanqueo de Capitales de la división de investigación del cuerpo, aumentar la colaboración con las policías estatales y europeas, crear un nuevo almacén que centralice toda la marihuana decomisada que estará situado en el distrito de Nou Barris a Barcelona y reforzar el área de Inteligencia para tener más y mejor información.

Con respecto a la colaboración policial, Elena ha celebrado que los acuerdos de la última Junta de Seguridad homologan a los Mossos d'Esquadra como policía europea y abren la puerta a hacer operaciones extra-territoriales. En el mismo sentido, han recordado que la integración en el CITCO de 2018 también los ha ayudado a combatir el crimen organizado, en lo que figura la marihuana.