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ENAR ve la situación laboral de los temporeros en España como una forma «de esclavitud moderna»

La Red Europea Contra el Racismo denuncia que las disrupciones climáticas en zonas como Andalucía empeoran las condiciones de los trabajadores

Imagen de archivo de un trabajador temporero.

ENAR ve la situación laboral de los temporeros en España como una forma «de esclavitud moderna»ACN

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La Red Europea Contra el Racismo (ENAR, por sus siglas en inglés) denuncia que las condiciones de trabajo de los temporeros en España son una forma «de esclavitud moderna». En un informe publicado este lunes, la organización alerta que los migrantes que van a trabajar a los campos del estado español a menudo viven en escenarios parecidos a los de los «campos de refugiados». Compara las tiendas de plástico en las que la mayoría de trabajadores se ven «forzados» a vivir con «cajas de cerillas», fácilmente inflamables por las altas temperaturas. Además, las disrupciones climáticas en regiones como Andalucía empeoran la situación de estas personas, dice ENAR: tienen problemas para acceder a agua potable y no viven en condiciones sanitarias óptimas.

«Los patrones meteorológicos cada vez más variables también permiten que las enfermedades se propaguen más fácilmente, cosa que de nuevo afecta a estos trabajadores», señala el informe. El documento publicado por ENAR recopilación diferentes casos de discriminación climática o medio ambiental hacia las comunidades racializadas de Europa. El objetivo de la entidad es denunciar la «injusticia climática» que sufren estas personas. «La crisis climática es una crisis de injusticia, y los racismos climáticos y ambientales son ejemplos concretos de racismo estructural impulsados por el capitalismo (neo)colonial», afirman.

La organización también destaca la situación de vulnerabilidad que sufren estos trabajadores por la tendencia que tienen los estados a denegar la documentación a estas personas. «Una vez en Europa, los estados a menudo les niegan documentos y derechos, dando apoyo a las empresas para explotarlos aún más», denuncia.

ENAR reclama una reforma «necesaria» de todo el sistema agrícola, dado que los bajos precios a los cuales los agricultores tienen que vender su producto se traducen en salarios «muy bajos para los trabajadores». «En España hay pocos trabajadores dispuestos a ocuparse del sector agrícola», apunta el informe.

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