Refugiados ucranianos
Empezar una nueva vida a la estación de Przemysl
Centenares de europeos llegan cada día a la frontera ucraniana para ofrecer transporte y un nuevo techo
Empezar una nueva vida a la estación de Przemysl
Przemysl es la primera paradapara los trenes que llegan a Polonia procedentes de Ucrania, y también una vía de salida hacia Varsovia y Europa. La estación es un hormiguero de familias con maletas –sobre todo mujeres y niños- que acaban de llegar en autobús desde la frontera o que han traspasado en tren. Aquí encuentran voluntarios que ofrecen comida, billetes gratuitos y, en algunas ocasiones, un nuevo comienzo. Yana ha bajado este sábado de un tren procedente de Kíiv, y ya tiene un nuevo hogar lejos de su casa. Ha conocido a Gerhard en el vestíbulo de la estación, justo delante de la cámara de la ACN. «Estoy muy contenta por mí, por mi hija y por mi amiga, porque la situación era muy dura», explica.
«He dejado a los padres a Lugansk. Quiero trabajar en Alemania y, cuando podamos, volver a Ucrania, pero no sé cuándo lo podré hacer».
Gerhard también está contento. Es uno de los millares de europeos que llegan a la frontera ucraniana para ofrecer ayuda, medicamentos, transporte, y vivienda. Ha hecho como muchas otras personas que simplemente despliegan un cartel escrito en ucraniano. Ofrece transporte y un hogar en su localidad.
«Ahora estoy muy contento porque he conocido gente maravillosa», explica. «Mis hijos son mayoresy se han marchado de casa, y mi mujer y yo hemos decidido ayudar en vez de mirar y no hacer nada», dice a la ACN.
«Los llevoa Alemania occidental, cerca de la frontera con Holanda, donde mi mujer y yo tenemos una segunda residencia a su disposición».
La estación de Przemysl es uno de los muchos nodos de este éxodo ucraniano. ACNUR contabiliza la salida de 1,2 millones de personas en dirección a las fronteras occidentales. Sólo en Polonia llegan 100.000 personas cada día.
En otros puntos de la localidad, como el centro comercial habilitado para acoger refugiados, no paran de llegar autobuses procedentes de la frontera de Medika. Si el jueves llegaba uno cada quince minutos, ahora lo hacen de seis en seis.
Y mientras tanto, en sentido inverso, centenares de camiones cruzanla frontera hacia Ucrania. Son caravanas que se empiezan a ver circulando centenares de kilómetros antes de llegar en Medyka, y que traen ayuda –y en algunos casos armas- de toda Europa.