Sociedad
El 38% de los participantes en botellones son menores de edad
La Mesa ciudadana por una noche cívica y segura destaca que el ocio nocturno reglado es un sector económico «potente»
La mitad de los participantes en botellones y macrobotellones en Barcelona tienen entre 18 y 25 años y el 38% son menores de edad. En ambos casos, un tercio de las personas participantes son mujeres y el 61% hombres. Son datos recogidos en la diagnosis sobre el ocio nocturno en la ciudad que se ha presentado este jueves a la segunda reunión de la Mesa ciudadana por una noche cívica y segura. La diagnosis, que se nutre de estudios y fuentes existentes así como de entrevistas a jóvenes, radiografía el fenómeno del consumo de alcohol a la vía pública para poder iniciar, a partir de la información disponible, la fase de propuestas de acción. La radiografía diferencia entre el ocio reglado y el no reglado y en este último distingue los conceptos de botellón y macrobotellón.
La Mesa ciudadana por una noche cívica y segura está formada por responsables de diferentes áreas del Ayuntamiento de Barcelona encabezados por el Área de Seguridad y Prevención. También forman parte representantes de los grupos políticos; de la conselleria de Interior y de los Mossos d'Esquadra; entidades y asociaciones vecinales y ciudadanas y miembros de diferentes gremios y federaciones de comerciantes, restauración y ocio nocturno.
La Mesa tiene una finalidad eminentemente propositiva y se ha pedido a todos los integrantes que aporten propuestas. El análisis de las actividades de ocio nocturno y las propuestas que se realicen en este debate ciudadano servirán de referente para el diseño de planes de actuación, según la recopilación el comunicado del consistorio.
¿Botellón o macrobotellón?
La radiografía sobre el ocio nocturno distingue los conceptos de botellón y macrobotellón. Según esta distinción, los botellones tienen lugar en núcleos urbanos, los integran a menos de una cincuentena de personas y en ocasiones están en tráfico, es decir, en movimiento. Por el contrario, los macrobotellones son concentraciones de más de cincuenta personas en grandes espacios y en localización estática.
La Guardia Urbana de Barcelona desalojó a un total de 573.429 personas el año 2021 y 21.200 hasta el mes de febrero de este año. Con respecto al consumo de alcohol en vía pública se interpusieron un total de 25.892 denuncias el año pasado por consumo de alcohol en la vía pública, y hasta el mes de febrero de este año unas 2.200.
La visión de los jóvenes
En el marco de los proyectos de intervención del Servicio de Gestión de Conflictos (SGC-EAAUJ) y del Servicio de Mediación Nocturna de Barcelona también se han realizado entrevistas a los jóvenes participantes. Entre los resultados más destacados hay que el 70,9% de la juventud no hace habitualmente botellón.
De las 435 personas entrevistadas en contexto de macrobotellón, el 75% había participado de espacios con dinámicas de consumo de alcohol antes del confinamiento de marzo de 2020 mientras que el 10% inició esta participación en la postpandemia.
Sea como sea, en conjunto los jóvenes perciben los tiempos de confinamiento como un tiempo que se los ha tomado y los ha provocado malestar emocional. De hecho, el 51% expresa haber experimentado sentimientos de soledad y una sensación de aislamiento social.
Sobre las consecuencias de ruido, suciedad o destrozos derivados de concentraciones, los resultados apuntan a «una amplia conciencia» entre la población joven que la práctica del botellón comporta problemas para los vecinos si bien es una consecuencia no deseada y no fruto de un vandalismo que se materializaría «en pocas ocasiones». Todo, recoge un comunicado sobre la reunión de la Mesa, «amplía la perspectiva a la hora de gestionar y actuar sobre los botellones y los macrobotellones».