Educación
Un 25% de los alumnos de ESO empeoraron sus conocimientos de mates durante la pandemia
Las consecuencias en España fueron menores que en otros países que tardaron más en reabrir las escuelas
Los alumnos que cursaron Segundo de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) en el 2021, afectados por el primer año de la pandemia de la Covid-19, aprendieron un 25% menos matemáticas que los estudiantes del mismo curso dos años antes. Es la conclusión principal del estudio Pérdida de aprendizaje después de un año de pandemia, el primero de este tipo que se realiza en España, publicada por la Fundación Coteca para la innovación y el Centro de Políticas Económicas de Esade (EsadeEcPol).
El estudio se basa en datos de las evaluaciones externas de diagnóstico realizadas por el Instituto Vasco de Evaluación e Investigación Educativa (ISEI-IVEI) en marzo del 2021. En estas participaron todos los estudiantes de segundo de la ESO del País Vasco. Los resultados se compararon, por una parte, con los obtenidos por estos mismos alumnos en el 2017 y, de la otra, con los que obtuvieron dos años antes (en el 2019) los alumnos que realizaron la misma prueba entonces.
Vista la política similar de cierre y reapertura escolar aplicada en todas las comunidades autónomas, los autores del estudio consideran razonable pensar que la magnitud de la pérdida de aprendizaje fue muy similar al resto de los territorios (donde no se dispone de datos de evaluaciones a pandemia, o bien no tienen la calidad necesaria para establecer comparaciones).
La pérdida de aprendizaje en España, si bien es relevante, es inferior -cerca de la mitad- en la registrada en otros países de la OCDE (con datos de junio o septiembre de 2020). En este sentido, los autores opinan que este menor impacto es porque las escuelas españolas estuvieron cerradas menos tiempo que en el exterior.
Impacto de la pérdida
El informe muestra que las escuelas de titularidad pública perdieron más aprendizaje que las concertadas, a la vez que, entre los centros concertados, resistieron mejor los que tenían un porcentaje más alto de alumnos con un nivel alto de aprendizaje previo a la pandemia.
Alumno por alumno, en cambio, se observa que cuanto más alto era el nivel antes de la pandemia, mayor fue la pérdida de aprendizaje. Ni el nivel socioeconómico medio de los centros ni el de los alumnos fue determinante, según refleja el estudio.
Por otra parte, el documento recoge datos sobre el bienestar socioemocional de los alumnos durante la pandemia, procedentes de una encuesta específica realizada por ISEI-IVEI. Los alumnos más desfavorecidos socioeconómicamente y con un nivel de estudios peor previo a la pandemia son los que más deteriorados sufrieron en su bienestar socioemocional.
Análisis de la respuesta política
Coteca y EsadeEcPol publican también el documento Políticas y prácticas para afrontar la pérdida de aprendizaje. En este, los autores analizan las líneas de actuación comunes entre las administraciones públicas nacionales e internacionales, así como las áreas menos atendidas.
La mayoría de las administraciones coincidieron en reforzar la enseñanza en primaria y secundaria, en matemáticas y lengua, en dar apoyo socioemocional a los alumnos, atender las familias y el entorno, ofrecer tutorías individualizadas y ofrecer extraescolares complementarias.
Entre los retos pendientes, el estudio destaca las carencias en evaluación y monitorización, en la formación de los docentes para atender la diversidad, en medidas específicas para la FP o en el desarrollo de prácticas inclusivas en los centros.