Judicial
Torra no acudirá hoy al segundo juicio por desobediencia
«No legitimaré este juicio político con mi presencia», afirma el expresidente
Torra entra en campaña y exige «unidad anti-represiva» con Borràs por la causa en el Supremo: «Me duele que no haya»
El expresidente de la Generalitat Quim Torra no se presentará al juicio que tiene previsto este jueves por la segunda causa de desobediencia por la pancarta del lazo amarillo. «No legitimaré este juicio político con mi presencia», ha manifestado en un comunicado. La vista está prevista en el juzgado de lo penal número 6 de Barcelona, en la Ciudad de la Justicia.
El expresidente añade que no legitimará una nueva «escenificación represiva disfrazada de justicia» y pide amparo a los tribunales internacionales porque asegura que no reconoce la legitimidad de la justicia española «que no respeta ni los tratados internacionales ni los derechos fundamentales». Torra ha publicado también un vídeo en las redes explicando los motivos que lo han llevado a tomar esta decisión.
Se trata del segundo juicio por la presunta desobediencia de una instrucción del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) del 2019 que instaba a descolgar de forma permanente una pancarta que reclamaba la libertad de los presos independentistas y el regreso de los exiliados de la fachada del Palacio de la Generalitat. La causa se instruye a raíz de una denuncia de la plataforma Impulso Ciudadano. El expresidente ya fue juzgado e inhabilitado en un primer juicio también por no retirar la pancarta durante período electoral.
En el vídeo, Torra reconoce, como ya hizo en la primera causa, que desobedeció a las instrucciones porque eran «ilegales». Añade que el segundo juicio demuestra que la represión política en el Estado continúa y aprovecha para expresar su apoyo a todos los investigados y encausados por hechos similares y en el marco del 1-O. «No voy a legitimar esa farsa», insiste Torra, que al mismo tiempo pide amparo a los tribunales internacionales porque asegura que no encontrará justicia en los españoles.
El expresidente defiende que las pancartas «en defensa de los derechos humanos» son legítimas y deben poder ser mostradas en espacios públicos. En este sentido, pone como ejemplo las pancartas en apoyo a Ucrania por la guerra lanzada por Rusia visibles en muchos edificios actualmente.
Por otra parte, Torra insta a los magistrados que deben juzgarle esta segunda vez a seguir el posicionamiento que dos magistrados del Tribunal Constitucional hicieron en el recurso presentado por el expresidente contra la sentencia que le condenó e inhabilitó, donde van hacer votos particulares. Uno de ellos veía «legítima y razonable» la sospecha de Torra sobre la imparcialidad del presidente del TSJC y otro sostenía que debería debatirse la constitucionalidad de la privación automática del cargo.
Tanto él como su defensa, recuerdan que el Consejo de Europa instó a España a detener las causas contra los políticos sucesores de quienes habían sido encarcelados y exiliados cuando se trataba del «derecho legítimo» de pedir su libertad. Por este motivo, en el escrito de defensa presentado el pasado septiembre pide incluir las pruebas la resolución 2381 de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa.
Falta de unidad en el independentismo
Por último, Torra afirma que su juicio demuestra que hay juicios políticos en España y lamenta que, ante ello, el independentismo «no sea capaz de articular una respuesta unitaria, contundente y desafiante». El expresidente reivindica que no hay soluciones fuera de la independencia y asegura que cuanto más tarde en llegar «peor».