Tráfico
Los municipios con más de 20.000 habitantes tendrán Zonas de Bajas Emisiones
De esta manera se restringirá la circulación de los vehículos más contaminantes a partir del 2025
Las Zonas de Bajas Emisiones -la restricción de circulación de vehículos antiguos contaminantes- se extenderán a todos los municipios de Cataluña de más de 20.000 habitantes en el 2025, según un documento firmado este viernes por el Gobierno y los ayuntamientos: el Acuerdo para la mejora de la calidad del aire. Según la ley estatal, los municipios de más de 50.000 habitantes y los de más de 20.000 con niveles altos de emisiones ya estaban obligados a aplicarlo, pero el documento del Gobierno incluye los de más de 20.000 habitantes con cotas bajas de contaminación.
La implementación de la ZBE -que hasta ahora sólo existía en el área metropolitana de Barcelona- será gradual: en 2023 y 2024 se establecerá el ámbito de aplicación y en 2025 se aplicará de forma efectiva.
Antes de acabar el primer semestre del año 2023, los municipios de más de 50.000 habitantes tendrán que cerrar el documento donde se establezcan las condiciones de la Zona de Bajas Emisiones: es decir, qué vehículos podrán circular por la ciudad, en qué horarios y, si hay, qué recompensas se darán a los que desguacen coches contaminantes.
El resto de municipios, los que tienen entre 20.000 y 50.000 habitantes, tendrán que definir este pliegue antes que acabe el primer semestre del año 2024. La implementación definitiva empezará en 2025, previendo periodos de adaptación antes de empezar a multar a los infractores.
«Esta tiene que ser una transición justa», ha dicho la consellera de Acció Climàtica, Alimentació i Agenda Rural, Teresa Jordà, en el acto celebrado este viernes en el Palau de Pedralbes para presentar el nuevo Acuerdo por la calidad del aire en Cataluña. Un documento que han firmado el Gobierno, la sesentena de municipios afectados por la implantación de la ZBE y entidades como PIMEC, UGT, el Puerto de Barcelona y el Aeropuerto de Barcelona.
Jordà ha dicho que en esta ampliación de las ZBE se han tenido en cuenta «criterios socioeconómicos» para no dejar a nadie atrás, pero no ha detallado qué instrumentos están previstos para materializar este compromiso.
En este acuerdo, los firmantes se han comprometido a reducir, como mínimo, un 15% las emisiones de óxidos de nitrógeno dentro de aquí al año 2025. «Es lo que hace a cualquier país moderno del mundo», ha dicho el vicepresidente y conseller de Polítiques Digitals i Territori, Jordi Puigneró, en el Palau de Pedralbes, ocurrida recientemente la segunda sede del Gobierno de la Generalitat.
Una subvención de 6 millones de euros
«El Gobierno entiende que la calidad del aire es una prioridad para el país», ha manifestado Jordà, que ha añadido que el objetivo de esta decisión es hacer de los municipios catalanes «un lugar más habitable».
Jordà ha defendido que cualquier cambio estructural en el territorio, como el establecimiento de nuevas ZBE, tiene que pasar «por los ayuntamientos del país». Por eso ha anunciado que el departamento convocará próximamente una subvención de 6 MEUR para ayudar a los municipios en la transición energética y que 4 de estos millones se asignarán este año 2022.
En el mismo sentido, Puigneró ha explicado que en el 2017 se firmó el primer acuerdo para la calidad del aire de la conurbación de Barcelona y que ahora «hacía falta que eso llegara a todo el país».
También ha explicado que la consejería ha hecho recientemente un estudio para analizar el efecto del teletrabajo en la contaminación y han constatado que si Cataluña apuesta por un modelo mixto entre el trabajo presencial y telemático, se podrían reducir las emisiones de carbono en un 25%.
Aparte de la implantación de las ZBE, el acuerdo por la calidad del aire también prevé extender a toda Cataluña la Zona de Protección Especial del Ambiente Atmosférico, hasta ahora circunscrita a Barcelona, y crear una Mesa de Calidad del Aire de Cataluña, conformada por todos los firmantes del acuerdo y con la misión de velar por su cumplimiento.
Otras caras de la transición: combustibles no contaminantes y más red ferroviaria
Además de Puigneró y Jordà, hasta siete representantes de entidades e instituciones que han firmado el Acuerdo por la calidad del aire han explicado desde qué vertiente lo harán.
Damià Calvet, presidente del Puerto de Barcelona, ha explicado que trabajan para electrificar las tenazas a fin de que los barcos no consuman combustibles fósiles mientras están atracados en el Puerto. La presidenta del Aeropuerto de Barcelona, Sonia Corrochano, ha defendido que ellos están dedicando muchos esfuerzos a estudiar la viabilidad del hidrógeno como combustible para los aviones y ha celebrado que a día de hoy toda la energía que se gasta en el aeropuerto es de origen renovable.
En representación del mundo municipal han hablado a la alcaldesa de Sabadell, Marta Farrés, y el alcalde de Manresa, Marc Aloy. Este último ha explicado una de las apuestas de la ciudad para ser más sostenibles: convertir cuatro kilómetros de la red ferroviaria de mercancías en una línea de metro que entre a Manresa desde las afueras. «El objetivo es que la gente de la comarca que viene a la capital, aparque en las afueras y vaya hasta el centro en metro», ha completado el alcalde.
Marta Farrés, por su parte, ha criticado que el Ayuntamiento de Barcelona quiera poner peajes para reducir el volumen de vehículos que entran a la ciudad y ha argumentado que en todo caso el peaje se tendría que aplicar tanto en los que entran a la ciudad como a los que salen.