Gerona
Primer trasplante con células madre propias en un paciente con esclerosis múltiple
El tratamiento del Trueta es para pacientes con enfermedad agresiva que no responden a los fármacos
Los equipos de Hematología -ICO Girona- y de Neurología del Trueta de Girona ha realizado con éxito el primer trasplante con células madre propias en un paciente con esclerosis múltiple en las comarcas gerundenses. Se trata de un tratamiento «excepcional» que hasta ahora sólo se había realizado en Barcelona y que está indicado para un número muy reducido de personas –aproximadamente, una al año- con una enfermedad muy agresiva y que no responden a los fármacos convencionales.
El procedimiento se hizo el 2 de agosto y siete meses después el paciente, Àlex Ramírez, no ha sufrido ningún nuevo brote y no ha tenido nuevas lesiones inflamatorias. «Antes no podía moverme mucho y no podía hablar casi y ahora empiezo a hablar más y me puedo mover mejor», detalla.
Le diagnosticaron la enfermedad en abril del 2020, en plena explosión de la pandemia de la Covid-19. Con los primeros síntomas, Àlex acudió al hospital de Campdevànol y enseguida le derivaron al Trueta. Lo hospitalizaron y empezaron a administrarle el tratamiento más eficaz, a priori, en la mayoría de pacientes pero, aunque inicialmente, tuvo una respuesta favorable, con los tiempos la enfermedad ganó actividad. «Se nos estaba yendo de las manos y teníamos que hacer algo», dice su neurólogo, Gary Álvarez.
Previo consenso con la comunidad médica, acordaron someter al paciente a un trasplante autólogo de células madre. O lo que es lo mismo: un trasplante con sus propias células madre. Se trata de un procedimiento ampliamente utilizado por la cánceres de sangre, como la leucemia o los linfomas, que también se ha mostrado eficaz en otras enfermedades autoinmunes con la voluntad de hacer una especie de «reinicio» en el sistema inmunológico para «hacer que se olvide de lo que ha hecho hasta ahora y no ataque de nuevo a las células».
Se trata, sin embargo, de un tratamiento muy «excepcional» porque son muy pocos los pacientes que pueden someterse a ellos. De hecho, la mayoría de personas que padecen esta enfermedad responden con éxito a los tratamientos farmacológicos convencionales pero algunos –unos pocos- deben someterse a este procedimiento, mucho más complejo, que requiere de ingreso y con riesgos de infección en las primeras fases.
«En Cataluña se hace, a lo sumo, a un paciente al año porque son pacientes que pasan por todos los tratamientos y es necesaria una selección previa donde, además, no presenten otras patologías asociadas.... Este es el primero que se hace fuera de Barcelona», ha explicado la hematóloga Rosa Coll.
Ningún brote en siete meses
Y los resultados, de entrada, son buenos. En el caso de Àlex, durante estos siete meses no ha tenido ningún nuevo brote ni tampoco han aparecido nuevas lesiones inflamatorias en la resonancia. De hecho, Álvarez explica que el objetivo del tratamiento no es la «regresión de la enfermedad» sino su estabilización y «la reducción del estrés inflamatorio». A través de la rehabilitación, Álex ha conseguido recuperar cierta movilidad y también el habla. «Me siento muy bien», asegura.
Hay pocos estudios sobre la evolución en los pacientes que se han sometido a este tipo de tratamientos, pero el último que se ha publicado, con un seguimiento de diez años, concluye que en la mayoría la actividad no evolucionaba y, por tanto, la enfermedad se mantenía estable.