Economía
Las criptomonedas enganchan a los jóvenes con trucos de fraudes piramidales
Algunas plataformas adoptan «comportamientos sectarios» para aprovecharse de esta «versión moderna de la ludopatía»
Las criptomonedas enganchan a los jóvenes con trucos de fraudes piramidales
El auge de las inversiones en criptomonedas está generando organizaciones que utilizan trucos de fraudes piramidales para enganchar a sus seguidores, muchos de los cuales son jóvenes. En Badalona, este fin de semana se está celebrando una convención sobre criptodivisas organizada por una empresa acusada de estafa, donde han acudido miles de jóvenes de todas partes. Aunque la tecnología que se vende en este acto en el Palau Olímpicsea disruptiva, la promesa de ganar dinero fácil se basa en «la misma estafa de siempre, pero revestida con otra piel», detalla un experto en finanzas digitales. Es más, los psicólogos advierten que las plataformas adoptan «comportamientos sectarios» para aprovecharse de esta «versión moderna de la ludopatía».
Dos años después del estallido de la covid, las criptomonedas han sido una vía para «encontrar respuestas» y paraun colectivo como el joven, especialmente vulnerable a la falta de socialización, y que, al mismo tiempo, es «dinámico» y «rebelde» y acepta con más facilidad los cambios, indica al doctor en Economía y profesor de la Universidad Internacional de Cataluña, Pablo Agnese.
El académico cuestiona el valor que pueden añadir las academias intermediarias en un mundo que «está cambiando tanto y tan rápido», y donde es difícil erigirse en «experto» y hace un llamamiento a la «prudencia». «Hay vida más allá de la montaña rusa de emoción del precio», avisa Agnese.
Viejos trucos
En este sentido, las plataformas en línea sobre bitcoin utilizan las mismas técnicas de seducción de otras estafas piramidales como las de los sellos, que arruinó centenares de ciudadanos a la década de los 2000. «Está la misma estafa de siempre revestida con otra piel. Siempre acaban vendiendo una nueva tecnología para esconder la estafa de detrás», asegura el profesor de Estudios de Informática, Multimedia y Telecomunicación de la UOC, Víctor García Font.
Según Font, entre las personas que invierten en criptomonedas como el bitcoin «no tienen bastantes conocimientos», «les es igual el proyecto que hay detrás» y utilizan plataformas que «no tienen suficientes controles». Todo, sólo con la esperanza de que el precio de la criptomoneda suba en el futuro, adoptando «el comportamiento típico de las burbujas» y «sacando todo el sentido de que ofrecen las criptomonedas».
Ludopatía moderna
Algunos de los comportamientos que han seguido a los jóvenes enganchados a las criptodivisas son similares a los de las personas adictas, enganchados por las promesas de «vivir bien sin trabajar», según explica Antonio Gijón, psicólogo especialista en adicciones. «Todo euro que pillan, lo dedican a eso. Y lo que no tienen, lo roban», afirma.
Los líderes de las 'criptosectas' se aprovechan de la nueva tecnología disruptiva para generar «devoción» entre sus seguidores, muchos de los cuales «son menores de edad y gente muy joven que están en edad formativa y abandonan los estudios, marcándolos de por vida», añade el especialista.
Durante el primer confinamiento se generaron «las condiciones perfectas» para que las inversiones en criptomonedas se dispararan y cuando se levantaron las restricciones, empezó un goteo de casos en los centros de adicciones.
Ante una situación nueva y cambiante, las familias «no tienen suficiente conciencia que sea el principio de una enfermedad», hecho que supone un impedimento para tratarlo psicológicamente, según Gijón. La adición en las criptomonedas, añade, sólo se puede revertir si es la persona es obligada a desconectar del dispositivo tecnológico que utiliza para invertir. «Hay personas que se han ido de casa cuando los padres han descubierto la situación y, aunque muchas veces acaban volviendo, el reto es importante», dice el psicólogo.
Más allá de la especulación
Los expertos en finanzas digitales remarcan que la mayoría de criptomonedas están funcionando como start-ups,«com que es tan fácil de crear hay muchas que no hacen nada y sólo se aprovechan que la gente invierte un poco a ciegas», en palabras de García. Con todo, el profesor de la UOC remarca que «la idea de las criptomonedas es buena éticamente porque se basa en sacar poder a los intermediarios y a las grandes corporaciones».
En este sentido, el profesor de la UOC remarca que, antes de invertir, habría que mirar «qué servicio quiere descentralizar» aquella criptomoneda y ver si «tiene sentido».
Agnese coincide en decir que «hay vida más allá de la especulación» y que hay muchas maneras de quitar valor del ecosistema de las criptomonedas, que se fundamentan sobre la tecnología blockchain, que permite crear redes descentralizadas sin intermediarios, como por ejemplo la banca tradicional, en el caso del bitcoin.
Por otra parte, Agnese recuerda que menos del 1% del total de las criptomonedas se dedica a hasta delictivos y que esta tecnología «está aquí para quedarse».