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Los barcos propulsados por gas no son la solución a la contaminación marítima, según un estudio

Transporte & Environement afirma que liberan grandes cantidades de metano y son perjudiciales para el clima

Visualización del metano liberado ab una càmara especial.

Los barcos propulsados por gas no son la solución a la contaminación marítima, según un estudioEFE/ Transport & Enviroment

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La organización Transport & Environement (T&E) ha publicado una investigación que pone de manifiesto que los barcos propulsados con gas natural licuado (GNL) liberan a la atmósfera «cantidades considerables» de metano y son más perjudiciales para el clima que los que usan otros combustibles.

Estos barcos, según T&E, son publicitados interesadamente como «sostenibles» o «verdes» por los lobbies del gas y la investigación evidencia «la hipocresía» de la Unión Europea en la descarbonización del transporte marítimo al impulsar su uso.

En un comunicado, la organización europea ha asegurado que la utilización de imágenes infrarrojas ha permitido captar cómo estos barcos liberan «nubes» de metano no quemado, un potente gas de efecto invernadero.

«Los políticos europeos están jugando con fuego al promover el uso de GNL, puesto que el metano tiene un efecto de calentamiento sobre el clima 80 veces superior al del CO2 para un periodo de 20 años», ha subrayado Delphine Gozillon, responsable del departamento de Transporte Marítimo de T&E.

En su opinión, al promover las embarcaciones de GNL «conducen irrevocablemente a un futuro con una alta dependencia de este combustible fósil» y, «por muy verdes que los pinten», la mayor parte de estos barcos son, a día de hoy, «mucho más perjudiciales para el clima que las embarcaciones de combustibles fósiles a las que se supone que deben sustituir».

Aunque a lo largo de toda la cadena de suministro del gas natural se producen escapes y fugas, el uso del GNL como combustible marítimo es especialmente problemático, puesto que dichas pérdidas se producen en los motores de los barcos, añade la nota.

Según datos de la Organización Marítima Internacional (OMI) citados por T&E, se estima que, en función del tipo de motor, entre el 0,2% y más del 3 % del gas fósil se escapa en el proceso de combustión y se libera directamente a la atmósfera.

Esto implica que, a día de hoy, casi el 80 % del GNL se quema en motores con peores resultados en términos de emisiones que los motores tradicionales que utilizan fuelóleo. Una prueba de ello son las columnas de gas que se emiten al cielo y que permanecen en él durante mucho tiempo, según el comunicado.

Dado que el GNL suele contener metano en un 90 %, cualquier combustible no quemado que se filtre a través del motor estará compuesto principalmente por este gas, que contribuye al calentamiento global.

«Nos encontramos en plena crisis climática, no podemos permitirnos emitir más metano a la atmósfera. Nuestra investigación es solo una pequeña muestra, pero debería servir como advertencia a los responsables políticos. Deberíamos priorizar soluciones 100 % ecológicas basadas enteramente en el hidrógeno verde», según la misma fuente.

La ministra para la Transición Ecológica de España, Teresa Ribera, «defiende acertadamente que el gas natural no sea calificado como 'verde' en la Taxonomía Europea» y por eso «pedimos coherencia y responsabilidad al Gobierno español para que este deje de respaldar el uso del gas natural en el transporte marítimo», ha apuntado el portavoz de T&E en España, Carlos Bravo.

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