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«La comunidad internacional se ha olvidado de Afganistán, ahora hay un país más importante»

Entidades catalanas denuncian que España está denegando las peticiones de visado a afganas que quieren huir del país

Imagen de un avión del ejército español lleno de personas que huyen de Afganistán.

«La comunidad internacional se ha olvidado de Afganistán, ahora hay un país más importante»ACN

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La retirada de las tropas norteamericanas de Afganistán el pasado mes de agosto provocó la huida del país de miles de afganos para buscar refugio en otros países. España evacuó entorno de 2.000 personas el mes de agosto, según datos de ACNUR. Entre estas, Parwin, una afgana de veinte años. En declaraciones a la ACN, lamenta que la comunidad internacional está dejando de lado su país porque, ahora, «hay uno más importante». Se refiere a Ucrania. En este sentido, la entidad catalana 'Un gesto de calor', que desde agosto del 2021 ayuda a mujeres afganas a huir del régimen talibán, denuncia a la ACN que a raíz del estallido de la guerra en Ucrania, España ha empezado a denegar la mayoría de las peticiones de visado.

Inma Orquín, una de las voluntarias de la asociación, afirma que la embajada española en Pakistán les ha denegado 27 de las 30 últimas peticiones de visados que han hecho. Según Orquín, la embajada argumenta que «no se han aportado pruebas suficientes». «Es como una plantilla, no te dicen exclusivamente qué pruebas no se han aportado, dicen que no hay pruebas suficientes», apunta.

Sin embargo, desde Un gesto de calor aseguran que antes del estallido de la guerra a Ucrania, con el mismo perfil de gente y con el mismo tipo de pruebas, España sí que aprobaba los visados. «¿Si hace dos meses se aportaban las mismas pruebas, por qué ahora no dan los visados? Esta es la pregunta», denuncia a la voluntaria. Entre las pruebas aportadas, explica que hay cartas de amenaza de los talibanes.

Tal como declara Orquín, desde la entidad trabajan con personas «muy vulnerables». «Es gente que ha vendido todo el que tiene para poder pagarse el visado», expresa. Además, la mayoría de estas mujeres son periodistas y activistas en contra del régimen talibán.

Es el caso de Sweeta, una periodista afgana que forma parte de un colectivo activista del país que, según detalla a la ACN, ha sido amenazado de muerte varias veces por parte de los talibanes. Desde que el régimen talibán se instauró el poder, Sweeta y un grupo de chicas empezaron a protestar. «Quería ser la voz de las mujeres afganas», declara.

Ahora Sweeta se encuentra en Islamabad, capital dePakistán. El pasado mes de enero, después de perder su trabajo y de recibir varias amenazas por parte de los talibanes, salió de Afganistán para pedir un visado en España desde la embajada española en Islamabad. Tal como explica, para poder pagarse el visado tuvo que vender parte de los muebles de su casa. El pasado 6 de abril recibió un correo electrónico de la embajada española donde le decían que su solicitud había sido denegada.

Sweeta asegura que en algunas de las compañeras con quienes ella había organizado protestas en contra del régimen talibán están ahora encarceladas, y han sufrido «palizas» y «acoso sexual». «Si estuviera en Afganistán, definitivamente me pasaría eso», afirma. Aunque le hayan denegado el visado, no volverá a Afganistán. «Los talibanes no tienen ningún valor en derechos humanos, en especial hacia las mujeres», lamenta.

Las mujeres bajo el régimen talibán

En el Informe Global del 2022 de Human Right Watch (HRW), la organización alertó de que la tomadel poder por parte de los talibanes el 15 de agosto del 2021 había hecho retroceder los avances en los derechos de las mujeres y la libertad de los medios. Entre algunas de las observaciones, el HWR destacó las duras restricciones impuestas por los talibanes en cuanto al derecho de las mujeres a trabajar, la prohibición de la educación secundaria para las niñas en la mayor parte del país, y las palizas a manifestantes pacíficas.

El retroceso no era nuevo. El año 2019 el Índice de Desigualdad de Género (GII) de las Naciones Unidas situó Afganistán en el lugar 157 de una lista de 162 países. Asimismo, la ONU Mujeres asegura que el año 2020, sólo se pudieron monitorar el 38% de los indicadores necesarios para hacer un seguimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) desde una perspectiva de género.

Es precisamente esta regresión en los derechos de las mujeres lo que llevó a Parwin, refugiada afgana, a salir del país. Ella llegó sola a Valencia en agosto del 2021, a través de un vuelo de evacuación proporcionado desde el gobierno español. Ahora vive en un centro de refugiados con su madre y sus hermanas, que hace un par de meses pudieron salir de Afganistán. Según explica a la ACN, la situación de las mujeres bajo el régimen de los talibanes es «muy difícil».

«Con los talibanes, las mujeres no tienen futuro», asegura, y añade que, hoy por hoy, las mujeres y niñas afganas no pueden estudiar, no decidir por ellas mismas, ni vivir como quieren. «No pueden salir de casa, no pueden ponerse la ropa que quieren, no pueden trabajar, no pueden salir a la calle sin hombre».

La respuesta de la comunidad internacional

El repunterepentino en las denegaciones de los visados es el que ha llevado a asociaciones como 'Un gesto de calor' a subir la voz. Según Inma Orquín, el motivo tras este repunte es que desde el inicio del conflicto en Ucrania «hay refugiados de primera y de segunda». «Europa se ha cerrado en el resto de refugiados», lamenta.

En la misma línea se expresaParwin, que denuncia que los afganos ahora no pueden salir del país «porque ahora hay otros refugiados». «Creo que [Ucrania] es la razón porla cual ahora no se aceptan los afganos aquí en España, en Europa». Con eso, pide que Occidente preste atención en «todos» los territorios que están mal, «no tan sólo los que nos quedan cerca».

Sea como sea, paraParwin, la prioridad es «que no se reconozca a los talibanes» y que no se deje Afganistán «en sus manos». «Ellos no son humanos. Su cuerpo, su cabeza, sus ojos son humanos. Sin embargo, sus corso, y sus pensamientos, no son humanos», sentencia.

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