Identifican las mutaciones que provocan los principales cánceres
La técnica de análisis molecular permite rastrear el origen específico de cada tumor
Desde hace tiempo ya, se sabe que el cáncer es un resultado de determinados daños genéticos, casuales o provocados por diferentes factores externos, que provocan que ciertas células se reproduzcan sin control y de forma dañina.
Ahora, un equipo de investigadores adscritos a la Universidad de Yale ha catalogado cuáles son concretamente las mutaciones que están detrás de muchos de los principales tipos de cáncer.
Así lo exponen en un artículo publicado en el medio científico Molecular Biology and Evolution, en el que detallan cómo el análisis molecular del cáncer puede arrojar luz sobre hasta que punto la aparición del cáncer realmente es fruto de nuestras decisiones y hábitos.
Y es que, frente a las estimaciones basadas en estudios estadísticos sobre correlación entre un hábito y un riesgo, las mutaciones concretas delatan con precisión el factor causante en cada caso individual.
De hecho, los autores afirman que este enfoque les permite mirar directamente al cáncer de una persona y saber qué fue lo que lo que lo provocó en su instancia particular.
Esto permite confirmar algunas ideas previas sobre la influencia de los factores de riesgo modificables en cada tipo de cáncer. Por ejemplo, los cánceres de piel son en gran parte un producto de la exposición excesiva y sin protección a la radiación ultravioleta; el cáncer de pulmón en la mayoría de los casos es resultado del hábito de fumar; y el cáncer de vejiga se relaciona con fumar y con la exposición a ciertos tóxicos en el entorno laboral.
Es decir, que en una proporción muy importante estos cánceres, que incluyen algunos de los más comunes (como el de colon o el de pulmón) se podrían prevenir tomando algunas precauciones.
Lo contrario sucede, no obstante, con otras clases de tumor como son el de próstata o los gliomas (tumores cerebrales), que están causados en la mayoría de los casos por factores internos de la persona relacionados con los procesos de envejecimiento.
Sea como sea, este sistema de análisis molecular puede emplearse, por ejemplo, para averiguar qué provoca tasas particularmente altas de cáncer en algunas poblaciones, que inadvertidamente pueden estar expuestas a agentes carcinógenos.
Aún así, los autores destacan que aunque las mutaciones identificadas cubren muchos factores de riesgo habituales, aún existen algunas más complejas (como las relacionadas con genes o cromosomas duplicados) que no han podido ser rastreadas, por lo que el método no siempre puede ofrecer una respuesta.