Sucesos
El sospechoso de la violación en Igualada fue grabado siguiendo a la víctima
Los Mossos pudieron identificarlo gracias a numerosas cámaras de seguridad
Los Mossos d'Esquadra pudieron localizar e identificar al supuesto autor de la violación de una menor en Igualada el 1 de noviembre gracias a las grabaciones de 155 cámaras de seguridad. Las cámaras detectaron al sospechoso participando en un disturbio con otros jóvenes que causaron daños a un vehículo aparcado. Posteriormente, las cámaras lo grabaron siguiendo a la víctima por las calles solitarias del polígono industrial, y la geolocalización de su teléfono móvil confirmó el recorrido. En la investigación han participado un centenar de agentes de varias unidades como la Unidad Central de Agresiones Sexuales, de la División de Investigación Criminal, y de la División de Policía Científica, con numerosas técnicas científicas y tecnológicas innovadoras.
Más de un centenar de investigadores trabajaron de día y de noche para resolver este caso sobre el que no existían testigos y la víctima no podía aportar ningún tipo de información. Ante esta situación, los Mossos mantuvieron todas las líneas de investigación abiertas e indagaron sobre todas las hipótesis posibles. Se investigó el entorno personal de la joven y se elaboró una reconstrucción del recorrido que hizo la chica antes de ser agredida, haciendo un análisis y estudio de las imágenes de las cámaras de seguridad que se encontraban en el camino que hizo desde la salida de la discoteca hasta el lugar donde pasaron los hechos. Los investigadores sabían que las primeras horas y días eran cruciales para no perder ninguna evidencia.
Durante las primeras semanas, las gestiones de investigación se centraron también en una investigación sobre los hechos denunciados el último año en Igualada por exhibicionismo, peleas , agresiones y abusos sexuales y robos violentos. Había que hacer un estudio detallado de los autores de este hechos y sus antecedentes policiales. Igualmente trabajó con otros incidentes delictivos que tuvieron lugar la noche del 1 de noviembre en la capital de Anoia.
Con respecto a las imágenes grabadas por las cámaras de videovigilancia de la zona más próxima al lugar de los hechos y de su periferia, los investigadores de la DIC hicieron una investigación minuciosa y exhaustiva con el objetivo de no perder ningún detalle y de localizar cualquier indicio que aportara una posible línea de investigación. Los investigadores recopilaron imágenes de 155 cámaras para hacer un seguimiento de las personas y vehículos durante el tiempo en que se produjo la agresión y para identificar el posible o posibles sospechosos relacionados con la agresión.
Durante la visualización de estas imágenes se pudo identificar un sospechoso registrado por diferentes cámaras de seguridad y se pudo definir el recorrido que este hombre hizo aquella noche, el cual coincidía con el recorrido de la chica. Las cámaras registraron cómo esta persona la seguía y se iba acercando a ella pero el momento del asalto no quedó grabado por ningún sistema de videovigilancia. Posteriormente, pasado un intervalo de unos veinte minutos, el individuo volvió a aparecer en las cámaras llevando una prenda de ropa colgada en el brazo que podría ser de la chica.
Aquella misma noche, un grupo de once jóvenes protagonizaron un altercado en Igualada provocando daños a un vehículo estacionado. Los agentes indagaron sobre este incidente y localizaron unas imágenes donde habían quedado grabados los hechos. Uno de los jóvenes llevaba la misma ropa que llevaba el principal investigado pero se tapaba con su capucha, de manera que no se lo podía reconocer. Lo que sí se podía confirmar es que era el mismo hombre que las cámaras de seguridad habían registrado en el recorrido que hizo la víctima.
A partir de este momento, la investigación se centró en este individuo. Los agentes hicieron un estudio del grupo de jóvenes con el fin de poder identificar a la persona que aparecía a las imágenes tapada con una capucha. Finalmente, a partir de un trabajo minucioso y complejo, los investigadores consiguieron identificarlo y averiguar su domicilio.
Cacheo domiciliario
Con todos los indicios recogidos y ante las evidencias que era el presunto autor de los hechos, los investigadores solicitaron a la autoridad judicial una entrada y cacheo en su domicilio para proceder a su detención y buscar todos los indicios posibles a su casa que lo relacionaran directamente con los hechos. Junto con agentes de la Brigada Móvil se detuvo el presunto autor de los hechos y se hicieron dos cacheos, en su domicilio y el otro en casa de su expareja, con el fin de localizar el máximo de indicios posibles para incriminarlo.
El apoyo de la Policía Científica durante todo el proceso consistió en un trabajo transversal e interdisciplinario de las diferentes disciplinas forenses. Las nuevas tecnologías aplicadas en esta investigación han sido cruciales para identificar al autor y encontrar los restos de ADN de la víctima en una prenda de ropa del detenido que se localizó en el interior de su domicilio. Además durante el cacheo, los investigadores localizaron prendas de ropa que el detenido vestía durante los hechos y que se identificaron a partir del visionado de las cámaras.
Después de pasar a disposición judicial, el juzgado de instrucción número 4 de Igualada ordenó su ingreso en prisión por los delitos de agresión sexual y asesinato en grado de tentativa. El detenido tiene antecedentes por violencia sexual.
Herramientas de policía científica
A lo largo de la investigación, intervinieron varias unidades centrales de la División de Policía Científica (DPC). El Grupo de Análisis de la Imagen participaron en la recreación dinámica del momento de los hechos, basada en las imágenes de los sistemas de videovigilancia de la zona facilitadas a los investigadores y en la información sobre los datos de repetidores de telefonía facilitada por los analistas operativos. La Unidad Central de Inspecciones Oculares realizó las dos inspecciones oculares técnico-policiales en los dos domicilios registrados. Concretamente, el domicilio del presunto autor se inspeccionó durante más de 8 horas en estrictas condiciones de asepsia para evitar contaminaciones biológicas. Se recogieron varios indicios y muestras que se identificaron y recuperaron con técnicas de visualización mediante diferentes tipos de reactivos químicos y haciendo uso también de cámaras especiales que operan en diferentes espectros de luz, cosa que permite visualizar los diferentes tipos de fluidos humanos que no se pueden apreciar a simple vista.
La Unidad Central de Genética Forense y el laboratorio de genética de la DPC participaron en la recuperación de muestras en prendas de ropa del autor, y en su estudio y posterior extracción del ADN encontraron restos coincidentes con el ADN de la víctima. La Unidad Central de Informática Forense participó en la extracción íntegra de la información de los teléfonos del presunto autor y otras unidades de memoria.
Los diferentes servicios de policía científica estuvieron dirigidos por la figura del instructor forense, un mando experto en esta especialidad que coordina las actuaciones que es hacen desde las diferentes disciplinas forenses. Este mando también fue el responsable de ofrecer acompañamiento técnico a los investigadores de la UCAS a lo largo de toda la investigación en las materias estrictamente científicas, así como también de ejercer la coordinación con el Instituto Nacional de Toxicología.
Las técnicas forenses utilizadas por la policía científica en el caso Nit fueron diversas. Destacan las luces forenses por visualizar espectros fuera del rango visual humano, que se utilizaron para detectar sangre; un micro-nebulizador para aplicar reactivo químico disuelto en vapores, que sirve para detectar restos de sangre latente con un bajo contenido de reactivo químico, cosa que permite que no degrade la muestra; una cámara de infrarrojos, hoja spectrum , con el sensor modificado para potenciar la acción de los rayos infrarrojos, con la cual se pueden captar manchas de sangre latentes no visibles a simple vista sobre superficies textiles oscuras y policromades. También se utilizó luz forense de laboratorio para aplicar diferentes rangos de onda sobre las superficies de estudio. Se trata de un equipamiento de laboratorio que permite detectar con mucha precisión y minuciosidad, entre otros, restos de fluidos orgánicos.
La cámara de 360 grados se utilizó para captar imágenes del escenario durante la inspección ocular y el software para confeccionar una inspección ocular virtual interactiva con visión 360º. Igualmente se utilizó un software específico para tratamiento de imágenes, que ofrece varias prestaciones para tratar e interpretar la información de los archivos digitales de imágenes objeto de estudio, y, finalmente un software de extracción forense de altas prestaciones para extraer y analizar los contenidos de terminales de telefonía móvil y de la información alojada en la nube.
La investigación ha sido liderada por la Unidad Central de Agresiones Sexuales (UCAS), que pertenece a la División de Investigación Criminal de los Mossos, bajo la tutela de la fiscalía y el juzgado de instrucción número 4 de Igualada. En este caso, conocido como Nit, participaron también efectivos de diferentes unidades de la División de la Policía Científica y de lA DIC. Durante los más de cinco meses que duró la investigación, las diferentes unidades del cuerpo trabajaron coordinament para identificar al presunto autor de los hechos en un caso en que la víctima no pudo aportar ningún detalle sobre el agresor ni el hecho, y en que no había imágenes directas del lugar donde pasaron los hechos ni testigos. El trabajo de los investigadores se ha complementado con el trabajo realizado por el Grupo de Atención a la Víctima de Violencias Sexuales que en todo momento ha hecho un seguimiento de la chica y su entorno familiar y se ha puesto a su disposición para atenderlos ante cualquier requerimiento.
Desde el primer momento que asumió esta investigación la UCAS, dos mossas del Grupo de Atención a la Víctima se encargaron de acompañar a la chica, asesorarla, y activar los recursos necesarios para su recuperación. De esta manera, a lo largo de estos meses el grupo ha estado en constante contacto con ella y su familia con el fin de hacer de enlace con los diferentes actores que han realizado apoyo psicológico, así, como para tranquilizarlos y escucharlos sin poder aportar en ningún momento ningún dato sobre la investigación.
En la planificación y organización del dispositivo de detención del presunto autor de los hechos, el 21 de abril pasado, las dos agentes que durante todo este tiempo acompañaron a la joven, estuvieron con ella desde primera hora de la mañana informándola sobre lo que estaba sucediendo acompañándola. durante el día, para activar los recursos necesarios ante cualquier incidencia. Este seguimiento se mantendrá hasta que se celebre el juicio.