Un entrenamiento deportivo excesivo puede afectar negativamente al estado de ánimo, según un estudio

Hacer un entrenamiento deportivo excesivo puede afectar negativamente al estado de ánimo del deportista. Esta es la conclusión a la que han llegado investigadores del Laboratorio de Psicología del Deporte y del Instituto de Investigación del Deporte de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) después de analizar como afecta la intensidad del entrenamiento en carretera de ciclistas en su estado de ánimo y a su capacidad de adaptarse a las demandas de esfuerzo. Este se ha valorado a partir de la variabilidad de la frecuencia cardiaca (VFC). La investigación ha analizado la respuesta de cinco ciclistas de carretera no profesionales durante seis semanas a medidas de la carga física durante el entrenamiento. Los ciclistas respondían también a cuestionarios sobre su percepción del esfuerzo que habían hecho a lo largo de la salida, al acabar la actividad. Al día siguiente de haber hecho el entrenamiento, por la mañana, se medía la variabilidad de la frecuencia cardiaca y su estado de ánimo.

Los investigadores argumentan que un cambio en el estado de ánimo y/o en la VFC –mesurada a partir del parámetro HFnu- de los deportistas el día después de un entrenamiento podría servir como indicador de la intensidad de este, indicando si el entrenamiento había sido adecuado o demasiado intenso para la forma física del deportista. En el estudio se ha observado que cuanto más duro había sido el entrenamiento, más bajo era el estado de ánimo general al día siguiente, y más reducida era también la VFC. Por el contrario, valores del parámetro HFnu elevados se asociaban con una mejora en el estado de ánimo de los deportistas, lo cual puede indicar una relación entre VFC y estado de ánimo.

El objetivo de la investigación era explorar la relación entre el entrenamiento, la VFC y el estado de ánimo. La investigadora del Departamento de Psicología Básica de la UAB, Carla Alfonso, apunta que con el estudio se quiere saber cuando el deportista tiene que descansar, porque su sistema está saturado, y cuando puede llevar a cabo un entrenamiento, ya sea duro o suave, porque el cuerpo está preparado para asimilar la carga de entrenamiento.

Los resultados obtenidos son un primer paso para establecer un sistema de monitorización que tenga en cuenta valores tanto de carga interna cómo externa, junto con el estado de ánimo y la variabilidad cardiaca del deportista, con el fin de facilitar la adaptación al entrenamiento y evitar lesiones relacionadas con un entrenamiento excesivo, afirma el catedrático del Departamento de Psicología Básica, Evolutiva y de la Educación de la UAB y coautor del estudio, Lluís Capdevila.