Se cumplen cien días de la guerra de Ucrania
Los expertos reclaman a la UE una respuesta militar «más fuerte» y sanciones al gas ruso
Este viernes 3 de junio se cumplen cien días del inicio del primer ataque militar del ejército ruso sobre territorio ucraniano. En poco más de tres meses, la preocupación por la guerra ha dejado atrás el recuerdo de la pandemia y todos los agentes –siendo la Unión Europea uno de los más destacados- han destinado buena parte de sus recursos a la resolución del conflicto. Si bien la contundencia de las acciones que han emprendido los 27 no tiene precedentes, los expertos consideran que la UE tiene todavía un amplio margen de actuación. Algunos reclaman una respuesta militar «más fuerte», otros exigen más ayuda financiera a Ucrania y todos coinciden en que hay que ir más allá con las sanciones para debilitar la economía rusa, con el gas como principal fuente de ingresos.
En términos generales, las voces contactadas por ACN consideran que la Unión Europea puede hacer más de lo que ha hecho hasta ahora, sea dando apoyo a Ucrania o castigando la economía rusa. «Lo que tenemos sobre la mesa puede parecer insuficiente para muchos», apunta la investigadora especializada en política exterior del think-tank CEPS, Tinatin Akhvlediani, en declaraciones a ACN. No obstante, también subraya la enorme dificultad que supone llegar a acuerdos dentro del club comunitario –las decisiones tienen que ser unánimes- y destaca que, teniendo en cuenta la trayectoria de la UE, las acciones que está llevando a cabo contra el régimen de Vladímir Putin «son de una escala muy significativa».
La energía es, sin duda, el ámbito que genera más debates. Desde el estallido de la guerra, la UE ha prohibido las importaciones de carbón y otros combustibles fósiles, ha detenido las exportaciones en Rusia de carburantes para reactores y recientemente ha impulsado un embargo del petróleo ruso que llega a través de oleoductos. A pesar de todo, el club comunitario todavía no ha intervenido en el mercado del gas, el gran pilar de la economía rusa. Según Akhvlediani, el siguiente paso lógico de la UE pasaría por actuar en esta dirección, pero lo ve complicado.
«El riesgo es muy grande; puede dañar la economía europea y tener grandes costes para los ciudadanos», comenta. Aparte, duda de si los estados serán capaces de llegar a un acuerdo, y más después de las diferencias que aparecieron en el último debate sobre el embargo del petróleo ruso.
Sanciones
El experto de política exterior y seguridad europea del European Council on Foreign Relations, Rafael Loss, defiende que la UE ha tenido un papel principal a la hora de impulsar sanciones contra Rusia. Aún así, cree que «no está muy clara cuál es la estrategia detrás de los paquetes de sanciones» de la UE. «Hay diplomáticos que tienen dudas sobre el éxito de estos paquetes», señala, a pesar de apuntar que con las restricciones la economía rusa está «bajo mucha presión».
Para el experto del European Council on Foreign Relations, harían falta sanciones más «dirigidas» y también ve como un paso «lógico» que la UE avance ahora hacia sanciones al gas ruso. «El margen de beneficios del carbón era pequeño comparado con el del petróleo y todavía es mayor con el gas», subraya.
Restricciones financieras y comerciales
También dentro del apartado de sanciones, la UE ha adoptado varias medidas en materia de finanzas para debilitar la economía rusa. A lo largo de los últimos tres meses ha prohibido las transacciones con el Banco Central de Rusia, ha prohibido el acceso al sistema Swift de varios bancos rusos –entre ellos el Sberbank, la entidad más grande del país- y ha restringido todas las transacciones con determinadas empresas estatales, entre otras.
No obstante, los expertos consideran que estas acciones son insuficientes. «Rusia todavía tiene centenares de bancos que siguen operando, y la entidad más grande del país fue sancionada hace prácticamente dos días», señala Akhvlediani.
En el aspecto de comercio exterior, en cambio, la experta del think-tank CEPS opina que las acciones de la UE sí que han sido efectivas. Las sanciones de la UE en este campo contemplan mayoritariamente restricciones en las exportaciones de tecnología y productos electrónicos, productos que permitirían a Rusia «reforzarse militarmente».
Ayuda militar
En otro gesto sin precedentes, la UE ha destinado 2.000 millones de euros en ayuda militar a Ucrania a través del Fondo Europeo de Ayuda a la Paz. Se trata de la primera vez olpe que la UE participa en la compra de armamento y asume la coordinación de la distribución del material. Hasta ahora el fondo sólo había servido para financiar programas de apoyo a la formación militar o de compra de material no letal a países como Mali o la República Centroafricana.
A pesar del movimiento de la UE para dar apoyo militar a Ucrania, Loss considera que el club comunitario no ha hecho «suficiente», especialmente en comparación con los Estados Unidos y el Reino Unido. «Hace falta una respuesta militar más fuerte», subraya.
El experto en política exterior y seguridad del European Council on Foreign Relations admite que la entrega de armas pequeñas los primeros días de la invasión fue «muy útil» para evitar que las tropas rusas tomaran el control de Kíiv, pero considera que ha habido una «falta de liderazgo» por parte de Francia y Alemania en la respuesta económica y militar europea. «Hemos visto indecisión y dudas que venían desde Berlín», remarca especialmente crítico con el posicionamiento de Alemania.
Financiación en Ucrania
Con respecto a las ayudas financieras, la UE ha impulsado recientemente un nuevo paquete de ayudas en forma de préstamos por valor de 9.000 millones de euros. Si bien el club comunitario ha anunciado de forma reiterada esta medida, el importe equivale a la inversión necesaria para mantener Ucrania en funcionamiento durante sólo dos meses.
Aparte de las ayudas financieras al país, la UE ha dado apoyo a la creación de un fondo de reconstrucción del país, pero todavía falta precisar los detalles de este instrumento. El vicepresidente ejecutivo de la Comisión Europea, Valdis Domvrovskis, se ha limitado a decir que la suma de dinero necesaria sería de «centenares de miles de millones de euros». En este sentido, las voces expertas apuntan que una de las posibilidades que coge más fuerza para obtener estos recursos pasa por confiscar los bienes congelados del banco central ruso y de varios oligarcas. A pesar de todo, a estas alturas «no hay una base legal» para actuar en este sentido, recuerda Akhvlediani.
Energía
La guerra de Rusia ha hecho todavía más evidente la necesidad que tiene la UE de apostar por una economía verde y menos dependiente del exterior. Es por eso que Bruselas ha presentado el plan bautizado como RepowerEU y que prevé una inversión total de unos 300.000 millones de euros para abandonar las relaciones con Rusia en materia energética. Según los cálculos de la Comisión, la implementación plena de esta estrategia supondría un ahorro de 100.000 millones de euros anuales a los contribuyentes europeos.
Por otra parte, la UE ha vuelto a resaltar la importancia de impulsar la interconexión energética entre los estados miembros. El objetivo a estas alturas es alcanzar un porcentaje de interconexión del 15% antes del 2030, cinco puntos más con respecto al 2020.
Refugiados
Con más de seis millones y medio refugiados de Ucrania que han ido principalmente a los países vecinos, la Unión Europea activó por primera vez en marzo la directiva de Protección Temporal, que da protección temporal inmediata a los refugiados ucranianos. Con este mecanismo, que existía desde el 2001 pero nunca se había llegado a utilizar, los refugiados ucranianos obtienen permiso de residencia y trabajo, entre otros derechos, en todo el club comunitario.
Además, la UE ha dado ayuda financiera a los países fronterizos con Ucrania, que son los que acogen a más refugiados. Se han destinado 17.000 millones de euros a los estados miembros que acogen refugiados que han huido de Ucrania, pero también se han dado dinero a países que no forman parte de la UE, como Moldavia.
Crímenes de guerra
La guerra de Ucrania también ha hecho mover la UE en el ámbito judicial. El Consejo aprobó a finales de mayo que Eurojust, la agencia de la UE encargada del refuerzo de la cooperación judicial entre los estados miembros, pudiera conservar pruebas de los posibles crímenes de guerra cometidos en Ucrania.
Las nuevas normas permiten a Eurojust almacenar y conservar pruebas de crímenes de guerra, como por ejemplo imágenes por satélite, fotografías, vídeos o grabaciones sonoras. La agencia europea también puede ahora tratar y analizar estas pruebas y compartirlas con las autoridades judiciales de los estados e internacionales, como el Tribunal Penal Internacional.
Adhesión a la UE
Pocos días después de la invasión rusa, Ucrania presentó formalmente la petición para entrar en la UE, como también lo han hecho Georgia y Moldavia. Los 27 acordaron iniciar el proceso para analizar la petición y ahora la Comisión Europea dará su opinión en junio. A pesar de pedir una adhesión exprés, el proceso para entrar en el club comunitario es largo y con complicados requisitos técnicos y económicos. La decisión, sin embargo, es política porque son los estados los que tienen la última palabra sobre las nuevas adhesiones.
Para Loss, mostrar a Ucraina que tiene un «camino» hacia la UE sería «de mucha ayuda» para el país. «Sería una señal muy fuerte para los ucranianos, las fuerzas armadas y el liderazgo del país», afirma, subrayando que el bloque comunitario tiene que mostrar a Ucrania que está «a su lado». «Tendría un valor político para sostener el alineamiento de Ucrania con la UE», añade.
Ahora bien, voces como Akhvlediani tienen dudas que todos los estados miembros se muestren partidarios de la adhesión. De hecho, algunos países ya pusieron de manifiesto esta opinión en la última cumbre extraordinaria en Bruselas.
«Hay un poco de preocupación que la petición pueda ser aprobada muy rápido por la Comisión Europea y que después pase mucho tiempo», dice Loss sobre cómo tiene que afrontar la UE esta solicitud. Según él, la UE tendría que ofrecer una cooperación reforzada a corto plazo en Ucrania, mientras resuelve «paso a paso» el camino hacia la pertenencia.