Descubren que la parte del cerebro implicada en el control motor también modula el comportamiento
Este hallazgo abre la puerta a entender mejor trastornos como el autismo, depresión o la esquizofrenia
Un grupo de búsqueda internacional con participación del Instituto de Neurociencias de la UAB ha descubierto que el cerebelo, una región del cerebro implicada hasta ahora esencialmente en el control motor, también tiene un papel importante a la hora de modular aspectos sociales del comportamiento. En un estudio publicado en la revista 'Nature Neuroscience', se ha analizado cómo se produce este proceso en ratones y ha demostrado que, al contrario del qué se pensaba, en el cerebelo hay receptores de dopamina de tipo 2, y que son estos los que modulan nuestro comportamiento social. El descubrimiento es de vital importancia de cara a entender la cual pasa al cerebro de personas con trastornos como el autismo, depresión o esquizofrenia, entre otros.
Mediante varias técnicas, como el análisis histológico, el estudio del ARN celular o la observación de imágenes 3D, los investigadores han observado que un grupo de células del cerebelo, denominadas células de Purkinje, presentan receptores D2. «Este es un descubrimiento clave, porque hasta ahora se pensaba que la existencia de receptores de este tipo en esta área era casi nula», explica el Dr. Emmanuel Valjent, investigador en el INSERM (Francia) y coordinador del artículo.
Para estudiar su función, se han utilizado técnicas de edición genética para sobreexpresar o eliminar los receptores D2 en las células de Purkinje del cerebelo de ratones adultos, y se ha analizado cómo estos animales interaccionan con ratones desconocidos. «Con los tests de comportamiento hemos visto que, efectivamente, los receptores D2 están involucrados en la modulación de la interacción social. En cambio, no hemos observado ninguna diferencia en la capacidad de los animales para ejecutar tareas motores o coordinar movimientos, por lo que pensamos que estas funciones estarían controladas por otros receptores», explica la Dra. Laura Cutando, investigadora Marie-Curie del laboratorio de Neuropatología mitocondrial del INc-UAB y primera autora del artículo.