Moda
El auge del vestido camiseta
Se ha convertido en la opción más cómoda para vestir en verano tanto para mujeres como para hombres
Desde que Kaia Gerber luciera un diseño de Alexander Wang y Gigi Hadid otro de Marc Jacobs, el vestido camiseta, más conocido como «T shirt dresses», se ha convertido en la opción más cómoda para vestir en verano tanto para mujeres como para hombres como demuestra el hijo de Madonna, David Banda.
Si el caftán, vestido camisero o «wrap dress» -un modelo sencillo y cómodo, eran los diseños más cómodos y prácticos para el periodo estival, este año el vestido camiseta se consolida como el fichaje del año.
Una moda que puede que se inspire en el vestido camiseta rojo que Madonna elevó a la categoría de símbolo, una prenda que surgió de la colaboración entre Adidas y la diseñadora Laura Whitcomb de Label NYC en 1993.
Madonna ha sido y es un icono de estilo. Ella siempre va un paso por delante y aporta a las prendas un significado que sobrevive dos décadas después, ahora, casi tres décadas después, su hijo sigue su estela con una creación de Alessandro Michele para Gucci.
La pasarela ha confirmado que la camiseta alargada hasta la rodilla (o por debajo de ella) está de moda, basta recordar los desfile de Dior o Fendi, así como las propuestas con estampados multicolor de Burberry o los vestidos camiseteros de Imitation of Christ.
La manga corta y el cuello redondo, rasgos identificativos de la prenda, no se pierden, «al contrario, se refuerzan con detalles y nuevos volúmenes para otorgar mayor personalidad», explica a Efe la estilista Pepa Fernández.
La sencillez absoluta de sus líneas no necesita ninguna otra prenda, «basta unas sandalias, bolsos y complementos como collares, pulseras o pendientes para aportar el punto preciso para adaptarlo a la oficina o a las jornadas de ocio en la playa o ciudad», añade.
Se presenta en varias versiones, desde la más clásica con rayas marineras, a otras más canallas con frases reivindicativas, e incluso algunas que muestran su faceta más sofisticada con mangas con volumen o volantes que adornan la falda.
También muestra su cara más deportiva evocando las camisetas de fútbol americano en tamaño «oversize» como propone Louis Vuitton, una idea que el diseñador norteamericano Geoffrey Beene ya llevó a cabo en los años 60 a base de lentejuelas.
Pero no solo entonces, el lujo también está en esta prenda que nació en Europa como pieza de ropa interior, después pasó a ser habitual entre los soldados de la Segunda Guerra Mundial y se convirtió en icono definitivo cuando la vistieron Marlon Brando en «Un tranvía llamado deseo» (1951) y James Dean en «Rebelde sin causa» (1955).
Ángel Vilda, alma creativa de Brain&Beast, las tiñe de colores potentes y con estampados que reflejan historias contadas «a través de los ojos de un niño» que se complementa con bolsos maceteros y pendientes llaveros.
Si el verano anterior se llevaba el vestido boho, esta temporada el «T shirt dresses» comparte espacio con el vestido «warp», el modelo camisero y el caftán que no pasan de moda desde que Noor de Jordania, Jackie Kennedy y Grace de Monaco los lucieron con extraordinaria elegancia. Hoy siguen sus pasos de cerca Carlota Casiraghi, Kate Middleton, Chiara Ferragni o Jennifer Lopez.