El Hospital Sant Pau incorpora un robot para operar pacientes con linfedema

El Hospital de Sant Pau ha incorporado un robot quirúrgico de supermicrocirugía, que aporta una precisión absoluta en las intervenciones. Sólo hay cuatro más en Europa, en Alemania, Italia, Suiza y Finlandia. Con esta tecnología, el centro ha puesto en marcha el programa de microcirugía robótica para linfedema y acaba de operar al primer paciente. «El robot Symani reproduce exactamente los movimientos naturales de las manos del cirujano, los copia, y aporta un grado de precisión que el especialista sólo puede conseguir con una elevada formación y entrenamiento y en condiciones óptimas», destaca el director del Servicio de Cirugía Plástica de Sant Pau, el doctor Jaume Masià. El objetivo es hacer entre ocho y diez intervenciones en el mes con este robot.

«La cirugía es mucho más reproducible y fiable, tanto para el profesional como para el paciente», afirma el doctor Masià, que añade: «Con esta tecnología se puede reproducir una cirugía de alto nivel en todos los pacientes y ampliar indicaciones que estaban fuera del alcance humano».

El linfedema es una acumulación de líquido en una extremidad a causa de una interrupción o alteración del sistema linfático, que forma parte del sistema inmunitario. Las secuelas del tratamiento de determinados cánceres (de mama, melanoma, sarcomas...) son una de las causas más frecuentes. En el mundo hay más de 300 millones de pacientes afectados por alteraciones del sistema linfático y en el estado español se calcula que superan el millón.

Esta nueva tecnología permite más precisión a la hora de realizar las suturas microquirúrgicas, con hilos y agujas más pequeñas que las técnicas convencionales, y minimiza las posibles complicaciones postoperatorias de una cirugía que es de alta complejidad.

Las intervenciones del sistema linfático se llevan a cabo con supermicrocirugía, en vasos extremadamente delicados y que pueden tener sólo 0,3 mm de diámetro. El objetivo de esta nueva tecnología es optimizar la destreza natural y los movimientos del cirujano más allá de la capacidad de la mano humana. La curva de aprendizaje de la técnica y de su uso también es más rápida. «Para hacer este tipo de intervenciones hacen falta equipos muy especializados, con experiencia clínica e interdisciplinarios», destacan desde el centro.

El Hospital de Sant Pau inició la cirugía del linfedema en Europa. «No es sólo adquirir o disponer de la tecnología, sino que Sant Pau, con su pericia, haga que esta tecnología sea más efectiva y precisa en la práctica clínica real y aporte más beneficios para los pacientes», subrayan.

El robot

El robot Symani consiste en dos micromuñecas robóticas comandadas desde un asiento-estación remoto diseñado para mejorar la capacidad del cirujano a la hora de acceder a la frágil anatomía linfática que necesita ser reconstruida. El robot dispone de unos brazos articulados que pueden posicionar de manera muy sencilla para facilitar los procedimientos quirúrgicos en cualquier región anatómica del cuerpo. Desde la estación remota, el cirujano controla directamente las muñecas robóticas de la misma manera que controlaría el instrumental habitual.

La tecnología combina el escalado de movimiento y captura los movimientos de la mano del cirujano. Permite reducir el temblor inherente de las manos para que los cirujanos puedan hacer micromovimientos precisos y una microcirugía altamente compleja.

El área de la intervención se muestra ampliada hasta 30 veces en una pantalla mediante una cámara. Además, el robot también ofrece la posibilidad de utilizarlo con un sistema que permite ver las imágenes en 3D.