El BCE sube los tipos de interés 0,5 puntos, el doble de lo previsto, y mantiene la puerta abierta a nuevos incrementos

En el comunicado emitido este jueves, en el BCE argumenta su decisión subrayando que los riesgos inflacionarios se han incrementado. En este sentido, durante la rueda de prensa posterior al anuncio del consejo de gobierno, la presidenta del organismo monetario, Christine Lagarde, ha asegurado que la inflación seguirá «indeseablemente alta» al menos hasta finales de 2022.

De hecho, la eurozona cerró el pasado mes de junio con una inflación del 8,6%, lo que supuso un récord histórico. En este sentido, Lagarde ha insistido en que el BCE está dispuesto a hacer uso de «todos sus instrumentos» para asegurar que el ritmo de crecimiento de los precios se estabiliza en torno al 2%.

El BCE aprueba el Instrumento de Protección de Transmisión

Más allá de la subida de tipo de interés, el BCE ha aprobado este jueves el Instrumento de Protección de Transmisión (TPI), una herramienta que permitirá al organismo monetario efectuar compras de deuda pública para evitar que se disparen las primas de riesgo, sobre todo las de países periféricos como Italia, España, Grecia o Portugal.

En un segundo comunicado, el BCE ha detallado que este mecanismo se activará en caso de que identifique «graves amenazas» para la transmisión efectiva de la política monetaria en la eurozona. La magnitud de las compras dependerá del grado de riesgo que identifique el BCE en cada una de las economías donde decida intervenir y no tendrá limitaciones.

Según ha indicado Lagarde, todos los países de la eurozona pueden ser incluidos dentro del programa. Antes, sin embargo, los estados tendrán que cumplir una serie de criterios para evitar mayores disrupciones en los mercados. En primer lugar, el banco central exige a los países que no estén sometidos a un déficit excesivo. Al mismo tiempo, pide que no sufran «desequilibrios macroeconómicos significativos» y que hayan tomado medidas para garantizar la sostenibilidad de la deuda. Finalmente, requiere que las políticas macroeconómicas sean «sostenibles» y cumplan con los planes nacionales de recuperación y resiliencia presentados en la Unión Europea.

Para Lagarde, el TPI es una herramienta más a disposición del BCE y que, en caso de activarse, servirá para cumplir «con más eficacia» su mandato basado en la estabilidad de precios.

Optimismo a pesar de la incertidumbre

Si bien el Banco Central Europeo ha puesto especial énfasis en la incertidumbre que ha generado la guerra de Ucrania, Lagarde se ha mostrado optimista con respecto a la recuperación económica de la eurozona. En línea con las declaraciones que hace hacer el pasado mes de junio, ha recordado que el mercado laboral de la eurozona se mantiene «sólido» y que el apoyo fiscal y los ahorros han dejado el terreno a punto para «cuando la actividad económica vuelva a repuntar».

De hecho, la presidenta del BCE ha apuntado que, una vez desaparezcan las disrupciones al mercado, los precios energéticos se volverán a normalizar y, consecuentemente, la inflación se estabilizará de nuevo.

Fin del programa de compra de activos

De acuerdo con el anuncio del pasado mes de junio, el BCE puso el programa de compra de activos (APP, por sus siglas en inglés) el pasado 1 de julio. No obstante, mantiene la estrategia de seguir reinvirtiendo los ingresos derivados de este programa para mantener las condiciones de liquidez «adecuadas» a los mercados.

Por otra parte, el banco central afianza su intención de reinvertir, al menos hasta finales de 2024, los ingresos obtenidos a través del programa de compras de emergencia por la pandemia (PEPP, por sus siglas en inglés). En relación con este instrumento, el BCE apunta que gestionará la cartera con el objetivo «de evitar interferencias» en la orientación de la política monetaria.