Investigación
La inmunoterapia mejora la supervivencia global del cáncer de mama más agresivo
Un trabajo liderado por el IBCC de Barcelona apunta a una mejora del 27% al sumar pembrolizumab a la quimioterapia
Un estudio internacional ha demostrado que la adición de un tipo de inmunoterapia, pembrolizumab, a la quimioterapia de primera línea mejora un 27% la supervivencia global de los pacientes con cáncer de mama triple negativo avanzado con expresión de PD-L1. Se trata del estudio KEYNOTE-355 y ha sido liderado por dos investigadores del International Breast Cancer Center (IBCC) de Barcelona. Los primeros resultados de este estudio se presentaron en el 2020. El último estudio revela que la media de supervivencia global de las pacientes que recibieron quimioterapia y pembrolizumab fue de 23 meses y de 16,1 meses en el grupo que recibió quimioterapia más un placebo.
El cáncer de mama triple negativo representa en torno al 15% de todos los tumores mamarios que se diagnostican.
El primer autor del trabajo, Javier Cortés, ha explicado que hasta ahora no se había conseguido mejorar la supervivencia global en el cáncer de mama triple negativo avanzado con un tratamiento basado en inmunoterapia, como se ha conseguido hacer ahora con pembrolizumab. Cortés ha apuntado que es una noticia muy relevante porque este tipo de cáncer es actualmente el de peor pronóstico.
Se caracteriza por la falta de expresión de los receptores de estrógeno y progesterona, así como por la ausencia de sobreexpresión del receptor 2 del factor de crecimiento epidérmico humano (HER2), lo que hace que los tratamientos hormonales y las terapias dirigidas contra el HER2, que han dado buenos resultados en otros subtipos tumorales, sean inefectivos. Su agresividad biológica, y la falta de tratamientos, lo convierten en el tumor de mama con peor supervivencia global cuando la paciente se encuentra en fase de enfermedad avanzada.
Pembrolizumab es un tipo de inmunoterapia consistente en un anticuerpo monoclonal dirigido contra PD-L1 y un biomarcador que indica que las defensas están frenadas. Pembrolizumab se encarga de levantar este freno y hace posible que las defensas sean capaces de actuar frente al tumor. Para conocer los niveles de PD-L1 se realiza una biopsia o se analiza el tejido del tumor primario y en siete días se tiene el resultado. Si el freno no está puesto, se recurre a otras estrategias terapéuticas y, si está puesto, se añade inmunoterapia al tratamiento de quimioterapia.
El estudio KEYNOTE-355, de fase III se ha llevado a cabo en 209 centros de 29 países y se han incluido un total de 847 pacientes con cáncer de mama triple negativo adelantado|avanzado independientemente de si expresaban o no el biomarcador PD-L1. Estas pacientes no habían recibido ningún tratamiento previo para la enfermedad metastàsica. Un total de 566 pacientes recibieron quimioterapia y pembrolizumab y 281, quimioterapia más un placebo.
Actualmente, y después de un seguimiento de 44,1 meses, el estudio también ha demostrado que añadir pembrolizumab al tratamiento de quimioterapia aumenta de manera estadísticamente significativa en casi siete meses la supervivencia global en pacientes con cáncer de mama triple negativo adelantado|avanzado con expresión de PD-L1. La media de supervivencia global de las pacientes que recibieron quimioterapia y pembrolizumab fue de 23 meses y de 16,1 meses en el grupo que recibió quimioterapia más un placebo.
Los autores concluyen que, en los pacientes con cáncer de mama triple negativo adelantado|avanzado cuyos tumores expresan el biomarcador PD-L1, añadir pembrolizumab a la quimioterapia mujer como resultado una supervivencia global significativamente más prolongada que la quimioterapia sola. Según Cortés, aproximadamente un 40% de las pacientes con cáncer de mama triple negativo tienen niveles altos de este biomarcador.
El estudio se ha publicado The New England Journal of Medicine .