Neurocientíficos aseguran que no se conoce «ni el 1 por ciento» del cerebro
Eso sí, se muestran optimistas ante el inicio de un «big bang» de información del órgano en los próximos años
Los neurobiólogos aseguran que se está «empezando a vislumbrar» el potencial del cerebro humano, del que consideran que no se conoce «ni el 1 por ciento», aunque se muestran optimistas ante el inicio de un «big bang» de información del órgano en los próximos años.
«Podemos ver al cerebro funcionar, pero es la primera apertura de un ojo, por la que estamos viendo un universo para explorar», han señalado un grupo de científicos que participan en el curso «El cerebro y su entorno. Una visión integradora de la anatomía y el funcionamiento cerebral», parte de los cursos de verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo.
El director del curso, Javier Bernácer María, ha ofrecido una rueda de prensa junto al neurólogo del Barcelona Brain Research Center José María González de Echávarri, y el jefe de Neurorradiología del Hospital Ruber Internacional, Juan Álvarez-Linera. Durante este curso, según ha señalado su director, se va a tratar de dar una «visión integradora» de la neurociencia, que contemple al cerebro «como un todo conectado e integrado».
La neurociencia se dirige, según el neurólogo, hacia la especialización y a conocer aspectos del cerebro en detalle, y por ello ha denunciado que se está «olvidando esa visión de conjunto, y es muy importante estudiar la relación del cerebro con toda su persona».
También se tratará la conexión entre los avances del estudio del cerebro y la ética, para lo que vendrán diferentes psicólogos y filósofos, además de las aplicaciones de la conectomía, tema en el que se han centrado los neurocientíficos en la rueda de prensa.
Álvarez-Linera ha explicado las diferentes aplicaciones de la conectómica en el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades del sistema nervioso, entre ellas las que hacen posible respetar las redes cerebrales cuando se hace una cirugía para procurar no dañar las zonas más importantes, además de mejorar los resultados quirúrgicos minimizando las complicaciones.
«Ya no se entiende una cirugía cerebral sin la conectómica», ha afirmado el científico, quien ha avanzado que mediante esos estudios se pueden «incidir directamente sobre las propias redes cerebrales» y «modularlas», tal y como se hace en los tratamientos del Parkinson o del Trastorno Obsesivo Compulsivo.
«Cada vez nos acercamos más a tener un mapa en el que ver cómo se conectan las diferentes áreas del cerebro entre sí, lo que nos permite entender cómo se relaciona en su funcionamiento normal y patológico», ha indicado por su parte González de Echávarri. Dentro de esta investigación, los científicos han lamentado que «se están perdiendo» los «experimentos clásicos» de conectividad en animales, especialmente en primates.
«Cada vez está peor visto y geopolíticamente es más complicado», ha señalado Bernácer, quien ha asegurado que esos experimentos «han aportado mucho a tratamientos de enfermedades como el Parkinson». «No entendería la enfermedad como la entendemos hoy en día sin la investigación en primates no humanos», ha apostillado.
González de Echávarri ha avanzado que a pesar de este poco conocimiento que se tiene del cerebro, los científicos están «a las puertas» de poder conectar máquinas al cerebro, de modo que se puedan tratar mejor ese tipo de enfermedades.