Los antepasados humanos caminaban sobre dos piernas hace 7 millones de años
Estos homíninos podían levantarse sobre el suelo, aunque también podían subirse a los árboles
Uno de los homininos más antiguos conocidos, antepasado de los actuales humanos, caminaba ya sobre sus dos piernas hace 7 millones de años, poco después de que su linaje se desligara del de los chimpancés, según sugiere un estudio que publica este miércoles la revista Nature.
El análisis de un hueso del antebrazo y dos fémures de Sahelanthropus tchadensis encontrados en una excavación en Toros Menalla (Chad) en 2001 respalda las conclusiones a las que ya habían llegado los científicos a partir de un cráneo desenterrado en ese mismo emplazamiento.
Esos homíninos podían erguirse sobre el suelo, aunque todavía conservaban las estructuras óseas necesarias para trepar a los árboles, subraya el estudio de la Universidad de Poitiers (Francia) y la Universidad de Harvard (Estados Unidos).
La orientación y la posición del foramen occipital en el cráneo hallado hace dos décadas -el agujero donde se inserta la columna vertebral- ya había sugerido a los paleontólogos que los individuos de Toros Menalla utilizaban dos piernas como forma de locomoción.
Ahora se han estudiado otros tres huesos que se encontraron en la misma zona y que se atribuyen asimismo a Sahelantrhopus tchadensis, dado que no se han detectado otros grandes primates en el lugar.
Guillaume Daver y su equipo han recogido una batería de medidas biométricas e indicadores biomecánicos y las han comparado con fósiles de otros simios actuales y extintos -chimpancés, gorilas, orangutanes, simios del Mioceno y diversos miembros del linaje humano: Ardipithecus, Orrorin, australopitecinos y Homo sapiens-.
Sus resultados indican que el bipedismo convivía entre los Sahelantrhopus con el cuadrupedismo en entornos arbóreos.
«Todos los datos refuerzan la idea de una locomoción bípeda en una fase muy temprana de la historia humana, incluso si en esa etapa también se practicaban otras formas de locomoción», describen los autores del trabajo en un comunicado de la Universidad de Poitiers.