Sucesos
Un masajista abusa de una menor con su madre en la misma habitación
Los hechos tuvieron lugar en Cantabria y la joven sufrió un bloqueo que impidió gritar
La Audiencia de Cantabria ha condenado a nueve años de prisión a un masajista de un establecimiento hostelero por abuso sexual con acceso carnal a una menor de 17 años que sufrió un bloqueo que le impidió gritar y reaccionar y desde entonces padece estrés postraumático crónico.
Los abusos tuvieron lugar cuando la chica acudió a darse un masaje junto a su madre en el establecimiento en el que se encontraban alojadas, ambas en la misma sala, pero separadas por una cortina que impedía el contacto visual.
Según la sentencia, que no es firme y puede ser recurrida, la chica sufrió una «inhibición tónica, con ausencia de respuesta» cuando el hombre empezó a hacerle tocamientos, de la que el condenado fue «plenamente consciente» pero continuó con los abusos.
La Audiencia considera que el testimonio de la chica fue «firme, plena, coherente, concreta y sin la más mínima fisura lógica», mientras que las declaraciones del acusado «no han podido ser más volátiles y contradictorias».
«La sala no le cree y, por el contrario, sí cree a la menor, a su madre y a los demás testigos, cuyas manifestaciones se han visto corroboradas punto por punto por las pruebas periciales practicadas», señala la sentencia de la Audiencia, que califica los hechos de «muy graves».
Además de la pena de cárcel, le prohíbe comunicar y acercarse a la mujer durante un periodo de catorce años, y le impone una medida de libertad vigilada durante seis años tras el cumplimiento de la condena.
En respuesta con la petición formulada por las acusaciones, el tribunal ha acordado que una vez cumplidas las dos terceras partes de la pena, el condenado, que es extranjero, sea expulsado del territorio nacional, al que no podrá regresar en un plazo de siete años.
Además, deberá indemnizar a la joven con 12.000 euros por los daños morales que le ha causado y con otros 19.982 euros por el estrés postraumático que padece, por el que sigue requiriendo intervención psicológica, según recoge en una nota el Tribunal Superior de Justicia de Cantabria, que ha hecho pública este lunes la sentencia.