Avanzan nuevas opciones de tratamiento del cáncer colorrectal
Los pacientes en fase de metástasis sólo tienen una supervivencia del 17% al cabo de cinco años
Un estudio español muestra avances en el tratamiento del cáncer de pulmón precoz
Varios ensayos que avanzan nuevas opciones de tratamiento en el cáncer colorrectal metastático con participación de la Vallde Hebron Instituto de Oncología (VHIO) se han presentado en el congreso anual de la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO) que se está celebrando en París del 9 a 12 de septiembre. Este cáncer en esta fase sólo tiene una supervivencia del 17% al cabo de cinco años. Uno de los ensayos presentados ha mostrado resultados esperanzadores sobre la eficacia de la combinación de dos fármacos (encorafenib y cetuximab) con la quimioterapia para tratar ya en primera fase a los pacientes con cáncer colorrectal metastático con la mutación BRAFV600E, asociada a un pronóstico negativo y que se encuentra en el 10% de los enfermos.
La combinación de encorafenib y cetuximab con quimioterapia se había probado hasta ahora en etapas más avanzadas de la enfermedad, cuándo los pacientes ya habían progresado a otros tratamientos, ha explicado Josep Tabernero, director del VHIO, jefe del Servicio de Oncología Médica de Vall d'Hebron y primer autor del artículo presentado alESMO.
Un estudio previo liderado también por Tabernero ya había demostrado que el uso de estos inhibidores resultaba efectivo para conseguir una supervivencia global significament más larga y una tasa de respuesta más alta que la terapia estándar en estos pacientes, pero cuando ya habían hecho previamente quimioterapia. Eso hizo que esta doble combinación pasara a convertirse en una opción de tratamiento en segunda y tercera línea de este grupo de pacientes, y se aprobó en la mayoría de países. El estudio concluye ahora que la combinación es tolerable y segura en primera línea, y también muestra resultados prometedores sobre su eficacia.
Los datos de eficacia no son maduros, porque no eran el objeto de esta primera fase de estudio, pero se ha visto una actividad antitumoral prometedora en todos los pacientes que justifican continuar con el estudio.
Otro ensayo ha evaluado la eficacia de un inhibidor del endotelio vascular. El endotelio juega un papel muy importante en estos cáncer, ya que promueve la aparición de nuevos capilares y el tumor consigue los nutrientes necesarios para seguir creciendo. En los últimos años se han desarrollado diferentes inhibidores del endotelio vascular. Bloqueándolos se espera cortar esta vía de crecimiento y así controlar o incluso llegar a reducir el tamaño del tumor.
Uno de los últimos inhibidores que se han probado es el fruquintinib, que bloquea los receptores 1, 2 y 3. Este fármaco ya se ha evaluado en China, en pacientes afectados de cáncer colorrectal metastático muy pretratados. Ahora se ha presentado un estudio internacional con 687 pacientes con cáncer de colon metastático refractarios al tratamiento estándar. Los resultados muestran que las dos variantes principales del estudio se cumplían y se incrementaban tanto la media de supervivencia global como la media de supervivencia libre de progresión de enfermedad.
Un tercer estudio presentado al congreso hace referencia a los pacientes con un cáncer colorrectal metastático que sobreexpresan la proteína HER2, que son entre el 3 y el 5%. Se ha evaluado la combinación de tucatinib y tastuzumab, y los resultados obtenidos hacen pensar que tienen potencial para convertirla en una nueva opción terapéutica. En el ensayo participaron 116 pacientes. Con una media de seguimiento de más de 20 meses se pudo comprobar que los pacientes que recibieron el tratamiento combinado conseguían una tasa de respuesta objetiva al tratamiento de un 38,1%, con una media de duración de la respuesta de 12,4 meses. Por el contrario, el tratamiento en monoterapia sólo consiguió una tasa de respuesta objetiva del 3,3%. Los datos iniciales también han servido para ver cómo la progresión libre de enfermedad conseguía en estos pacientes los 8,2 meses y la supervivencia global superaba los dos años.
«En definitiva hemos visto que la combinación de tucatinib y trastuzumab conseguía un beneficio clínico óptimo, que además era bien tolerado y con un perfil de seguridad parecido al de los pacientes que recibían la monoterapia de tucatinib», concluye la doctora Elena Élez, investigadora del Grupo de Tumores Gastrointestinales y Endocrinos del VHIO y oncóloga médica en el mismo hospital. Esta nueva combinación permite avanzar en la oncología de precisión y ofrece una alternativa para pacientes que actualmente ya no cuentan con alternativas terapéuticas.