Sucesos
Salamanca: Detienen a un hombre que instaló cámaras por la calle para grabar a menores mientras orinaban
El hombre fue pillado in fraganti instalando un aparato
La Policía Nacional ha detenido a un hombre que viajó a Salamanca y aprovechó el inicio de las fiestas de la capital para instalar una cámara de vídeo de vigilancia en una calle del centro para grabar a menores de edad y jóvenes mientras orinaban.
Según ha informado este lunes la Subdelegación del Gobierno en Salamanca, la detención se produjo el pasado viernes y tras pasar a disposición judicial ha sido condenado, en juicio rápido, a una pena de un año y medio de prisión.
La pasada semana, la Comisaría de la Policía Nacional, dentro del dispositivo de prevención de delitos contra la libertad sexual puesto en marcha durante las Ferias y Fiestas de Salamanca, detectó la presencia de un delincuente sexual de origen extranjero, concretamente, japonés.
Tras someterle a vigilancias y seguimientos, el hombre fue detenido en la madrugada del día 10 tras instalar una cámara de video vigilancia en una céntrica calle, de abundante tránsito, y oculta entre dos contenedores, con la intención de grabar a menores de edad y jóvenes miccionando.
La Policía ha añadido que la forma de actuar del detenido consistía en producir material pedófilo con las imágenes obtenidas de menores de edad o jóvenes desnudos o semidesnudos mientras orinaban, que las distribuía en directo, a través de redes sociales o de foros ocultos de Internet.
Una vez que fue detenido, se registró la habitación que ocupaba en un hotel de Salamanca donde se le intervinieron aparatos de grabación y tratamiento de las imágenes obtenidas.
Además, en el análisis de estos aparatos se hallaron abundantes archivos de material de explotación sexual infantil, por lo que ha realizado su difusión internacional a través de la colaboración policial, por si pudiera estar relacionado con otros delitos cometidos en el extranjero o con otros operativos policiales contra la explotación sexual infantil en Internet.
Una vez puesto a disposición judicial, el detenido ha sido condenado en juicio rápido a una pena de un año y medio de prisión, que podrá ser sustituida por su salida obligatoria del territorio nacional y con prohibición de su entrada en territorio Schengen por cinco años.