Un estudio muestra que las mujeres con ansiedad dan antes a luz
Los resultados demuestran que además de depresión postparto habría que evaluar las embarazadas en los primeros meses de gestación
Las mujeres que experimentan ansiedad por sus embarazos dan a luz en promedio antes que las que no, según una investigación publicada este lunes por la Asociación Estadounidense de Psicología (APA).
En razón de los resultados del estudio, la APA opina que los médicos deberían evaluar a las embarazadas en los primeros meses de gestación para detectar si están ansiosas como manera de prevenir partos prematuros, indica un comunicado de APA.
«La ansiedad por un embarazo actual es un estado psicosocial potente que puede afectar los resultados del nacimiento», dice la autora principal del estudio, Christine Dunkel Schetter, de la Universidad de California en Los Ángeles.
«Hoy en día, los síntomas depresivos se evalúan en muchas clínicas de todo el mundo para prevenir complicaciones de la depresión posparto en madres e hijos. Este y otros estudios sugieren que también deberíamos evaluar la ansiedad en mujeres embarazadas», añade.
El estudio, que examinó la relación entre la duración del embarazo y diferentes medidas de ansiedad, fue publicado este lunes en la revista Health Psychology.
Investigaciones anteriores habían encontrado que hasta una de cada cuatro mujeres embarazadas tiene síntomas de ansiedad clínicamente elevados y que esta puede ser un factor de riesgo de parto prematuro o nacimiento antes de las 37 semanas de embarazo.
En este nuevo estudio se ha utilizado una variedad de medidas de ansiedad y analizado tanto la ansiedad general como la ansiedad específica del embarazo, la que es derivada de preocupaciones sobre el parto, la crianza de los hijos y la salud del bebé.
Los investigadores también midieron la ansiedad en diferentes momentos del embarazo, desde el principio hasta el final y, con mayor frecuencia, en el segundo trimestre.
Para clasificar estos diversos efectos del momento y el tipo de ansiedad, los investigadores examinaron datos de una muestra diversa de 196 mujeres embarazadas en Denver y Los Ángeles que participaron en el estudio Healthy Babies Before Birth.
El 45 % de las mujeres se identificaron como blancas no hispanas, el 36 % como blancas hispanas, el 10 % como asiáticas y el 9 % como negras o afroamericanas.
Los investigadores manejaron cuatro escalas de ansiedad diferentes en las mujeres, una general y tres relacionadas con el embarazo, cada una con una tanda de preguntas.
Encontraron que las puntuaciones de las participantes en las tres escalas relacionadas directamente con ansiedad en el embarazo estaban interrelacionadas.
También descubrieron que la ansiedad relacionada con el embarazo en el tercer trimestre estaba más fuertemente asociada con nacimientos más tempranos, aunque la ansiedad general en el primer trimestre también contribuyó al riesgo de parto prematuro.
Una posibilidad, según los investigadores, es que la ansiedad general al principio del embarazo podría predisponer a las mujeres a estar ansiosas más adelante en el embarazo por cuestiones como los riesgos médicos, el bebé, el trabajo de parto y el parto, y la crianza de los hijos.
La ansiedad y el parto prematuro
Los resultados se mantuvieron incluso cuando se ajustaron al riesgo médico real de los embarazos de las mujeres.
«Aunque no todas las mujeres que comienzan el embarazo con síntomas generales de ansiedad experimentarán más tarde ansiedad específica del embarazo, nuestros resultados sugieren que las mujeres que siguen esta progresión probablemente corran un riesgo especial de parto prematuro», declara Dunkel Schetter.
Los autores del estudio señalaron que es necesario continuar explorando las razones por las que la ansiedad del embarazo está relacionada con el momento del nacimiento, incluidos los cambios neuroendocrinos asociados al estrés, la inflamación y los comportamientos de salud, según Dunkel Schetter.
«Aumentar la precisión en nuestra comprensión de los riesgos y los mecanismos de los efectos de la ansiedad por el embarazo en la duración de la gestación puede mejorar nuestra capacidad para desarrollar, probar e implementar intervenciones para abordar el apremiante problema de salud pública del parto prematuro», detalla.