Entre cinco y diez años de temperaturas más altas a causa de la erupción del volcán Hunga Tonga

El 20 de diciembre del 2021 el volcán Hunga Tonga entró en erupción, después de seis años sin hacerlo. Vivió varias erupciones, hasta que el día 15 de enero del 2022 entró en erupción de forma violenta. La explosión provocó estrépitos fuertes en toda Tonga y otros lugares tan alejados como el Fiyi, Australia y Nueva Zelanda. En grandes erupciones históricas los volcanes provocan, normalmente un descenso de la temperatura. Emiten gases y aerosoles a la atmósfera que aumentan la proporción de la radiación solar reflejada y eso hace bajar la temperatura.

Un gran ejemplo es el del volcán Tambora. Una erupción fuerte en el año 1815, hizo que el verano siguiente fuera frío en algunas zonas del planeta y provocó grandes pérdidas en cosechas. Incluso, aquel año se conoce como el año sin verano.

Pero en el caso concreto del volcán Hunga Tonga-Hunga Ha'apai, ha pasado totalmente lo contrario. ¿Por qué? Porque en esta situación estamos hablando de un volcán submarino que, al entrar en erupción, envió una gran cantidad de vapor de agua, el gas más importante del efecto invernadero, a la estratosfera.

Inyectó 150 millones de toneladas y eso equivale al 10% del total de agua que contiene esta capa atmosférica. Eso ha provocado una subida de la temperatura enla troposfera, que es la capa de debajo, y está donde vivimos nosotros y se producen los fenómenos meteorológicos.

Los efectos podrían perdurar entre cinco y diez años

Esta información lo afirma un comunicado de prensa de la NASA, a través de su Laboratorio de Propulsión. Según algunos expertos, los efectos podrían perdurar entre cinco y diez años, hasta que este vapor de agua se disipe.

Esta situación todavía agravaría más los efectos del calentamiento global provocado por la humanidad. No olvidemos, por eso, que el efecto es muy inferior del que provoca todo el CO2 que estamos emitiendo a la atmósfera.